Federación
para la Paz Universal
“Un mundo unificado de paz es la esperanza de todas
las eras”
Inauguración en Argentina: 11 de diciembre de 2005
Gira Mundial de Sun Myung Moon por 100 ciudades
INTRODUCCIÓN
Cuando la Federación Interreligiosa e Internacional
para la Paz Mundial (FIIPM) fue establecida, el 6
de febrero de 1999, su fundador, el Reverendo Sun
Myung Moon, estampó lo que sería el
lema que inspiraría su esfuerzo: “Un
mundo unificado de paz es la esperanza de todas las eras”.
La fundación de la FIIPM y del movimiento de Embajadores
para la Paz, que hoy suman alrededor de 70 mil en
todo el mundo, es el fruto de un largo camino y un difícil
andar que desde los años 50 transitaron el Reverendo
Moon y su Movimiento al enfrentar la resolución de
problemas ancestrales y los mayores dilemas de la época,
como lo fueron la “Guerra Fría”, el materialismo
ateo, la decadencia moral y social en las democracias capitalistas
y la división y conflicto entre las religiones, culturas
y etnias.
UN
RECORRIDO HISTÓRICO
En los desvelos por la construcción de una civilización
y cultura de paz en el siglo XXI, es bueno recordar hitos
notables, como fueron los esfuerzos para reconciliar a los
antiguos enemigos de la “Guerra Fría”.
Para ello, en los años ochenta, el Reverendo Moon fundó
el Consejo Supremo para la Paz Mundial y
la Asociación pro Unidad Latinoamericana,
y sobre la base de ambos tuvo lugar el encuentro en Moscú
entre el Reverendo Moon con el entonces Secretario General
del Partido Comunista y Presidente de la ex Unión Soviética,
Mijail Gorbachov, en abril de 1990. Más
tarde hizo lo mismo con el líder máximo de Corea
del Norte, Kim Il Sung, en diciembre de 1991,
en Pyongyang. Un paso visionario teniendo en cuenta que aún
no existían las instancias de diálogo que luego
se inauguraron entre ambas coreas y recordando, además,
que el Reverendo Moon había estado preso por su actividad
y prédica religiosa en un campo de concentración
del gobierno comunista de Corea del Norte durante la guerra
con el sur.
Tras el fin de la división entre el mundo democrático
y el comunista, el problema del enfrentamiento entre religiones
y culturas pasó a ser visto por el Reverendo Moon y
su Movimiento como el dilema mayor al cual debía enfrentar
para alcanzar una paz duradera. Por ello, a través
de la Asamblea Mundial de Religiones y la
Federación Interreligiosa para la Paz Mundial
se comprometió activamente en lograr un acercamiento
al mundo islámico, durante la Guerra del Golfo, y en
las disputas entre hindúes y musulmanes, en la India.
Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001
en Estados Unidos, ya fundada la Federación
Interreligiosa e Internacional para la Paz Mundial,
y con la posterior designación de referentes destacados
de la sociedad como Embajadores para la Paz, se dio impulso
a acciones trascendentes en ámbitos de conflicto, como
la Iniciativa de Paz en Medio Oriente por
la cual miles de líderes religiosos y creyentes cristianos,
judíos y musulmanes de todo el mundo viajaron a Tierra
Santa y realizaron tareas de reconciliación y acercamiento
entre las tres grandes tradiciones monoteístas, y entre
israelíes y palestinos.
También el Reverendo Moon lanzó la idea de una
reforma de la Organización de las Naciones
Unidas, luego tomada y propuesta formalmente por
algunas naciones en la ONU. Esto es, el establecimiento de
un Consejo Interreligioso, compuesto por
representantes de todo el mundo, que junto al cuerpo político
y diplomático, pudieran desarrollar una tarea interdisciplinaria
para tener un mayor liderazgo en la resolución de los
profundos problemas que todavía afligen a los pueblos
en diferentes rincones del planeta.
Una serie de incontables emprendimientos más fueron
llevados a cabo alrededor de diferentes temáticas,
como los programas educativos y campañas de educación
sexual en valores para enfrentar al SIDA y la creciente expansión
de enfermedades de transmisión sexual, como para el
fortalecimiento del carácter y valores de los adolescentes;
la promoción de la familia y la renovación de
votos matrimoniales; tareas de servicio social y asistencia
en zonas de emergencia o catástrofes, llevado a cabo
la mayoría de las veces por jóvenes de diferentes
razas y creencias; programas para dignificar el rol de la
mujer, todavía relegada de variados ámbitos,
llamada a jugar un rol protagónico en los cambios que
se avecinan; seminarios y congresos con representantes religiosos
y políticos, y de todos los ámbitos del quehacer
humano, de países de los cinco continentes, a fin de
estrechar lazos regionales y mundiales de la gran familia
humana; campeonatos internacionales de fútbol, tomando
el deporte como un elemento capaz de romper barreras de cultura
y nacionalidad; entre otras muchas actividades.
EMBAJADORES
PARA LA PAZ
Estas actividades se han ido afianzando con la labor de los
Embajadores para la paz, quienes
son guiados por principios y valores espirituales universales
tales como: Dios es nuestro Padre
común, el ser humano tiene una dignidad única
y un espíritu eterno, el vivir por el bien de los demás
es el principio básico de la convivencia, la familia
es la verdadera escuela del amor, el amor al considerado ‘enemigo’
es la clave para la reconciliación y la renovación
de las relaciones rotas en todos los niveles, desde el plano
nacional al mundial.
El Reverendo Moon siente que sobre el fundamento de la FIIPM
y del apoyo y esmero de personalidades de todas las convicciones
religiosas, extractos políticos y de diversas áreas
del quehacer humano, llegó el momento de pasar a un
nuevo nivel en la formación de Consejos de
Paz Regionales, Nacionales y Locales y de una Fuerza
Especial de Paz que actúe con celeridad, con
corazón y grandeza, en las muchas situaciones conflictivas
que afligen a pueblos y continentes aún hoy en día.
En procura de encontrar soluciones a estos problemas y bajo
el imperativo de la paz surge la Federación
para la Paz Universal.
CONCLUSIÓN
El Reverendo Moon, según sus propias palabras, cree
que la era actual es un período de gran transición
en la historia. Él expresa que “vamos a experimentar
grandes cambios en este siglo. Especialmente un gran despertar
en estos tres campos. En primer lugar, aunque el ambiente
moderno es excesivamente materialista, humanista y ateísta,
habrá un repentino incremento de interés y despertar
de fenómenos espirituales. Nos dará la oportunidad
de experimentar la destacable tarea del mundo espiritual.
Esto cambiará el curso de la historia. En segundo lugar,
junto con esta profunda experiencia espiritual, la humanidad
llegará a comprender su valor divino y el significado
social de la familia como la escuela básica del verdadero
amor. Esta realización será en respuesta a la
penosa experiencia de la ruptura familiar y las transformaciones
anormales sufridas en las sociedades de todo el mundo en las
últimas décadas. En tercer lugar, sobre el fundamento
del desarrollo de nuestra espiritualidad, la esperanza de
paz y los debidos esfuerzos se verán incrementados
marcadamente. Las relaciones humanas no se verán limitadas
por las barreras nacionales, raciales o religiosas. Un gran
cambio ocurrirá, a través del cual la gente
vivirá para el beneficio de los demás y sintiendo
que somos todos hermanos, hermanas y vecinos viviendo juntos”
(Seúl, 30 de abril de 2004).
Tenemos
la plena confianza que sin importar su origen, creencia religiosa
o política, usted habrá encontrado en lo compartido
un motivo de interés para conocer más, en forma
directa y personal, respecto de una obra de semejante envergadura
y sobre cuán importante y valioso es ser hoy un Embajador
para la Paz en este tiempo de cambios, tribulaciones y esperanza.
Tacuarí
202 - 8° Piso - Buenos Aires - CP 1071
Teléfono: 4343-3005 - E-mail: prensa@aesucm.org.ar
embapaz@aesucm.org.ar
Sitio en Internet: www.iifwp.org
|
|