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"El Modelo Absoluto Ideal de Dios para la Paz es la Familia y el Reino Global manteniendo la Moralidad Sexual Absoluta"
Discurso de Sun Myung Moon - 47º celebración del Día de los Hijos Verdaderos
Centro Internacional de Exhibiciones de Goyang - República de Corea
21 de noviembre de 2006 - Sexto año del Cheon Il Guk

Queridas Familias Bendecidas, respetados Embajadores para la Paz, líderes de todos los ámbitos de la vida, distinguidos invitados locales y extranjeros:

Hoy es un día significativo en la historia de la Providencia de Dios: comienza el 47º año desde que declaré el Día de los Hijos. Existen cuatro grandes hitos que deben ser logrados y establecidos en el curso providencial de la restauración por indemnización, para cumplir con el propósito de la creación que fue perdido por la caída de Adán y Eva, nuestros primeros antepasados. Estos son: El Día de Dios, el Día de los Padres, el Día de los Hijos y el Día de Todas las Cosas. Esta es la primera celebración del Día de los Hijos Verdaderos, uno de los cuatro hitos providenciales, después de la victoria de la Coronación de la Soberanía de Dios en el 2001 y el comienzo de la Providencia del Cheon Il Guk (Reino de Dios), que fue proclamada al momento de la Ceremonia de Entrada al Palacio de Paz (Cheon Jeong Gung), y la Ceremonia de Coronación, de junio de este año.

Para conmemorar este día significativo y renovar nuestra resolución, me gustaría trasmitir las palabras del Cielo sobre el tema: “El Modelo Absoluto Ideal de Dios para la Paz es la Familia y el Reino Global manteniendo la Moralidad Sexual Absoluta”, resumen del mensaje del Cielo que he dado a los seis mil quinientos millones de personas del mundo el año pasado. Es para recordarles una vez más sobre su papel y misión desde el punto de vista de la Providencia de Dios y la importancia de la era en la que están viviendo.

Estas palabras son palabras de vida que los 120 líderes religiosos internacionales recibieron directamente de los Padres Verdaderos y han proclamando por 120 países. La gira mundial llevada a cabo por los miembros de las tres generaciones de la familia de los Padres Verdaderos abrió el camino de salvación de la humanidad por medio del mensaje del Cielo y la Bendición. Sobre ese fundamento, estos líderes religiosos, que representan el mundo tipo-Caín, han asumido esta causa viajando a cada rincón del mundo.

La aparición de la UPF
Damas y caballeros, a lo largo de la historia, ha habido gente que ha trabajado continuamente por la paz, pero basándose únicamente en esfuerzos humanos. Consideren, por ejemplo, la confrontación entre democracia y comunismo. Exteriormente, la diferencia entre ambos era la amplitud con la que reconocían y aseguraban los derechos y las libertades individuales. Sin embargo, desde el punto de vista providencial, el comunismo y la democracia fueron como dos hijos que habían perdido a sus padres. Los dos adoptaron las posiciones de Caín y Abel, respectivamente, y se vieron atrapados en las cadenas de un conflicto fratricida.

A lo largo de la historia, los movimientos pacifistas llegaban inevitablemente hasta un límite y terminaban por fracasar porque quienes los guiaban eran seres humanos imperfectos. Por eso, la Organización de las Naciones Unidas, aunque inició su camino con el espléndido sueño de alcanzar un mundo de paz, debe admitir ahora sus limitaciones inherentes y confesar que ya no pueden dar esperanza real a la humanidad. Esto se debe simplemente a que la ONU se fundó durante la era anterior al tiempo en el que Dios podía gobernar directamente el desarrollo de Su Providencia en la historia.

Ahora, sin embargo, resulta del todo factible que la Federación para la Paz Universal complete su misión de unir el Cielo y la Tierra, y que forme el reino del mundo ideal de paz, ya que representa la victoria de Dios y el fruto de la sangre, sudor y lágrimas de los Padres Verdaderos. Por eso, la Federación para la Paz Universal es la esperanza más grande que posee hoy el mundo. Asumirá, sin duda, su papel como contraparte de tipo ‘Abel’ de la actual Naciones Unidas, de tipo ‘Caín’, para renovarla y proporcionar el liderazgo necesario para crear una nueva soberanía de paz universal, conocida como Cheon Il Guk. Por ello, les ruego que sean conscientes de que, como líderes mundiales, tienen la misión celestial de construir el hogar substancial de Dios, que es, ni más ni menos, que el ideal que Dios intentó realizar en el momento de la Creación.

El propósito de la creación de Dios
Respetados líderes mundiales, ¿cuál piensan que es el propósito último de Dios al crear a los seres humanos? Dicho sencillamente, experimentar alegría relacionándose con familias ideales llenas de amor verdadero. ¿Y cómo es una familia ideal? Cuando Dios creó a los primeros seres humanos, hizo que Adán representara a todos los hombres y Eva representara a todas las mujeres, con la intención de que llegaran a ser los dueños del amor verdadero. Entonces, ¿cuál era la manera más rápida para que cultivasen ese amor verdadero? En pocas palabras, asegurar su relación de padre e hijo con Dios, en la que pudieran vivir queriendo a Dios como Su Padre y formando una familia modelo que encarnase Su ideal de paz. Su vida tendría que consistir en formar una sola familia con Dios, experimentando así alegría eternamente.

Dios creó a Adán y Eva y les entronizó como primeros antepasados de la humanidad para que formaran un modelo de familia ideal y establecieran el ideal de paz. Se determinó completamente a educarlos como hijo e hija Suyos, unidos a Él mediante el amor verdadero, la vida verdadera y el linaje verdadero.

Damas y caballeros, era necesario que Adán y Eva establecieran un modelo de familia ideal y pacífica. Dios, el Ser Absoluto, creó a los seres humanos como a sus hijos para inculcar en ellos valores absolutos sobre la base de un estándar absoluto. Por lo tanto, los seres humanos deben seguir el camino de este estándar absoluto manteniendo las demandas del sendero celestial. Esto significa que estamos destinados a seguir nuestro curso de vida para asistir a Dios, el Ser Absoluto, como nuestro Padre. En otras palabras, para que las personas se perfeccionen a sí mismas a semejanza de Dios y obtengan el nivel de personas de carácter que puedan ser llamadas hijos e hijas del Ser Absoluto, deben seguir el sendero basado en el estándar absoluto determinado por el Cielo. La esencia de este camino es el estándar de la moralidad sexual absoluta.

Moralidad Sexual Absoluta
El primer paso es mantener la moralidad sexual absoluta, en otras palabras, un estándar de pureza sexual absoluta antes de casarse.

Después de nacer, vamos a través de un proceso de crecimiento. Atravesamos la infancia en un ambiente sano y seguro bajo la protección y el amor de nuestros padres. Entramos luego al periodo de la adolescencia, que señala el comienzo de una nueva y dinámica etapa a medida que forjamos relaciones en un nuevo nivel con quienes nos rodean, así como con todas las cosas de la creación. Este es el momento cuando comenzamos a caminar el sendero para convertirnos en un ser humano absoluto, internamente, por medio de la perfección de nuestro carácter, y exteriormente al convertirnos en adultos.

Sin embargo, en este periodo existe un requisito absoluto que los seres humanos deben conservar sin importar quienes son: mantener su pureza. La pureza sexual está basada en el modelo absoluto de moralidad sexual que Dios le dio a Sus hijos como responsabilidad para cumplir el ideal de la creación. Este mandato celestial es, por lo tanto, el camino para perfeccionar el modelo absoluto de moralidad sexual.

¿Cuál fue la única palabra, el único mandamiento que Dios les dio a Adán y Eva, los primeros antepasados humanos, después de su creación? Fue el mandamiento y la bendición de mantener un estándar absoluto de abstinencia sexual hasta la aprobación del Cielo para su matrimonio. Nosotros encontramos esto en el pasaje de la Biblia que indica que Adán y Eva morirían el día que comiesen del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si ellos habrían obedecido el mandamiento del Cielo, habrían perfeccionado su carácter y, como co-creadores, se mantendrían firmes en Dios, el Creador, como Sus Iguales. Más aún, habrían tomado dominio sobre la creación y se habrían convertido en los señores del universo disfrutando de una felicidad ideal y eterna.

La bendición de Dios era que preservasen su pureza, para casarse luego bajo Su Bendición como Sus Hijos, convertirse en un verdadero marido y esposa, dar a luz hijos verdaderos y llegar a ser padres verdaderos. Esto profundiza nuestra comprensión de este mandamiento. No era algo separado de la moralidad sexual absoluta, que es el principio de la creación de Dios. La verdad profunda que permanece oculta dentro del mandamiento de Dios a través de la historia era esta: que los seres humanos hereden y vivan el modelo de moralidad sexual intrínseca al ideal de la creación de Dios para perfeccionar su individualidad como Sus hijos y establecerse como señores de la creación.

El segundo paso es el modelo de la moralidad sexual en la relación de marido y esposa. Más preciosa que la vida misma, es la ley celestial de la fidelidad absoluta.

El marido y la esposa son compañeros eternos dados el uno al otro por el Cielo. Al tener hijos, se convierten en co-creadores del amor, la vida y el linaje verdaderos y la fuente original de aquello que es absoluto, único, incambiable y eterno. Esto es debido al principio celestial de que las personas no pueden dar nacimiento a hijos por sí mismos, aunque vivan por mil años. ¿Cómo pueden las personas que preservan su pureza antes del matrimonio y llegan a unirse en pureza como marido y esposa por el Cielo se pueden desviar del camino celestial y se pierdan siguiendo el camino errado? Los seres humanos son diferentes a los animales. Si ellos comprenden el propósito de Dios al crearlos como a Sus hijos se darán cuenta que el camino errado es una traición y rebelión hacia el Creador más allá de lo imaginable, es el camino de la destrucción en el que cavan sus propias tumbas. Como resultado de la Caída humana, este camino está fuera de la esfera del ideal de la creación.

Damas y caballeros, la moralidad sexual absoluta es la gran bendición que el Cielo ha conferido a la humanidad. Sin adherir al estándar de moralidad sexual absoluta, el camino de la perfección de nuestro carácter, la madurez espiritual, está cerrado. Además, sin asegurar el fundamento de la moralidad sexual absoluta en una verdadera familia por medio de personas perfeccionadas, es imposible para Dios establecer Su posición como un Dios personal y encarnado. Para que Dios, el Ser Absoluto, pueda tener dominio directo sobre nuestras vidas y vivir y compartir la alegría con nosotros, que fuimos creados como Sus compañeros e hijos, debemos asumir la forma de una familia perfeccionada basada en el estándar de la moralidad sexual absoluta, como Dios manda. Sólo dentro del marco de la familia que mantiene la moralidad sexual absoluta es posible crear relaciones basadas en el modelo ideal de la ética sexual para vivir como originalmente debería ser. Esta vida incluye la esfera de las tres generaciones de abuelos, padres, hijos y nietos. Por favor, entiendan claramente que la vida eterna de Dios y la vida eterna de los seres humanos sólo se hace posible sobre este fundamento.

Por esta razón, si Adán y Eva hubieran alcanzado la perfección individual manteniendo la moralidad sexual absoluta, la perfección de su carácter, en consonancia con la voluntad de Dios, y hubieran entrado en relación conyugal por medio de Su Bendición, hubieran logrado la completa unidad con Él. Dios podría haber morado en esa unión y sus hijos habrían estado ligados a este orden sagrado del amor, disfrutando de una relación directa con Dios como su Padre. En otras palabras, el matrimonio de Adán y Eva perfeccionados, basado en la moralidad sexual absoluta, habría sido el matrimonio de Dios mismo. Aunque Dios es por siempre Dios, también Adán y Eva llegarían a ser la encarnación de Dios. Dios se establecería en el interior de sus mentes y corazones para convertirse en los Padres Verdaderos de la humanidad, tanto en el Mundo Físico como en el Mundo Espiritual, sobre el fundamento de la moralidad sexual absoluta.

La importancia del linaje
¿Saben lo qué ha hecho sufrir más a Dios en Su corazón, causándole el mayor dolor a lo largo de la Historia, desde la Caída de Adán y Eva? La pérdida de Su linaje, y con ello, la base de la fraternidad humana, e incluso Su dominio sobre la Creación. El linaje de Dios era más importante que la propia vida. Sin ese linaje, los frutos de la vida verdadera y del amor verdadero nunca podrían madurar. Por el contrario, se convirtieron en los frutos de Satanás, sin relación alguna con el Cielo. De ellos descienden los seis mil 500 millones de personas que ahora pueblan la Tierra.

Damas y caballeros, el linaje es más importante que la vida y más valioso que el amor. La vida y el amor se unen para crear el linaje. El linaje no puede establecerse si se pierde el amor o la vida. Por ello, de entre los tres -amor, vida y linaje- el linaje es el fruto. El linaje de Dios contiene la semilla del amor verdadero y proporciona el contexto y el ambiente para una vida verdadera.

De ahí que para que lleguemos a ser las personas ideales que Dios imaginó; es decir, personas de carácter ideal, y para que formemos familias ideales, primero necesitamos conectarnos a Su linaje. Y aún más, sólo cuando estemos conectados al linaje de Dios nos será posible crear la patria de Dios, la nación ideal. Sólo entonces será posible establecer el reino del mundo ideal de paz.

Por favor, graben en sus corazones la importancia del linaje. Por más que me esfuerce, nunca podré enfatizarlo suficientemente. La relación entre padres e hijos es la más elevada e importante de todas las relaciones, porque ese ‘cordón umbilical’ entre ellos es la única vía a través de la cual se puede heredar y transmitir el linaje de Dios y hacer que perdure para siempre. Les ruego que lo tengan siempre presente.

Sin embargo, han sido el amor, la vida y el linaje falsos los que han infectado la Tierra. El amor, la vida y el linaje de Dios cayeron en manos del adúltero Satanás, el enemigo del amor. El Cielo y la Tierra se vieron espiritualmente contaminados y se transformaron en un infierno. El mundo se convirtió en un lugar despreciable, alejado de la presencia de Dios. A pesar de todo, la humanidad, lo ignora por completo hasta el día de hoy. La gente vive engañada creyendo que el linaje del enemigo es el cordón umbilical del que depende su mundo. Esa es la terrible verdad sobre los seres humanos descendientes de la Caída. Por eso nos referimos a este mundo como al infierno en la Tierra. Dios observa la trágica situación de la humanidad con un corazón lleno de dolor.

Además, cuando Satanás tomó el control y dominio del linaje humano debido a la Caída, usurpó también el derecho de primogenitura y el derecho de propiedad. Dios es como un padre que trabajó y se fatigó durante su vida para acumular bienes para sus hijos, para que de repente un ladrón acabe robándole todo en una noche. ¿Quien puede comprender el apenado y dolorido corazón de Dios? Perdió Su linaje, perdió a Sus queridos hijos y se vio obligado a transmitir la propiedad de las naciones y del mundo a Satanás.

Sin embargo, la vida del Rvdo. Moon, cuya labor ha sido completar la misión de los Padres Verdaderos, ha sido una vida de penalidades, marcada por un sufrimiento y una persecución indescriptibles.

El tercer Adán, el Padre Verdadero, necesita restaurar mediante la indemnización y corregir completamente todas las fallas del primer y segundo Adán. Su misión no es sólo completar la misión de Salvador, Mesías y Señor en su segunda venida, sino también completar la misión de las figuras principales en las que se basan todas las religiones. A semejanza del proceso creativo de Dios del universo, su vida ha constituido la gran tarea de la recreación de la humanidad, en la que no se permite ni el más mínimo error. Ha sido un curso solitario que nadie puede entender.

Ha seguido un curso que le ha llevado por senderos imposibles en medio del desierto, por los que tuvo que ir completamente solo. Ni siquiera Dios pudo darle Su reconocimiento. Suspendido muchas veces entre la vida y la muerte, vomitando sangre, tuvo que levantarse una y otra vez como un ave fénix para mantener la promesa dada a Dios.

El Rvdo. Moon, a pesar de su inocencia, tuvo que sufrir injustamente la prisión seis veces: en su juventud, por trabajar en el movimiento clandestino de independencia, cuando estaba estudiando en Japón; por propagar la voluntad de Dios en Pyongyang, que se encontraba entonces bajo el dominio comunista, inmediatamente después de la independencia de Corea; durante la administración de Syngman Rhee, después del resurgimiento de Corea como una nación libre; e incluso en los Estados Unidos, que se vanaglorian orgullosamente ante el mundo de ser el modelo de la democracia. ¿Quién puede entender la vida del Rvdo. Moon en este mundo? Su vida ha estado plagada de miserias y se ha visto forzado a reprimir cualquier queja para poder así consolar a Dios y salvar a la gente caída del mundo, que sufre bajo el dominio de la muerte. Incluso ahora, si alguien pudiera ver su corazón y dirigirle aunque fuera una sola palabra de consuelo, sus lágrimas formarían una irrefrenable cascada.

Sólo hay un modo de recuperar el linaje, el derecho de primogenitura y el derecho de propiedad perdidos. Un solo camino para conseguir subyugar a Satanás y hacer que se rinda voluntariamente. ¿Cuál es ese secreto? Sólo es posible por el poder del amor verdadero, que haga que amemos a nuestros enemigos más de lo que amamos a nuestros propios hijos.

El amor verdadero
Entonces, ¿qué es el amor verdadero? Su esencia es dar, vivir por el bien de los demás y por el bien del conjunto. El amor verdadero da, olvida lo que ha dado y continúa dando sin cesar. El amor verdadero da alegremente. Lo encontramos en el alegre y cariñoso corazón de una madre que acuna a su bebé en sus brazos y lo nutre de su seno. El amor verdadero es un amor sacrificado, como el de un hijo piadoso que obtiene su mayor satisfacción ayudando a sus padres.

Cuando nos vinculamos con otros mediante el amor verdadero podremos estar juntos para siempre, disfrutando permanentemente de la mutua compañía. La atracción del amor verdadero pone a todo el universo a nuestros pies; incluso Dios vendrá y morará con nosotros. Nada puede compararse al valor de este amor. Tiene el poder de disipar las barreras creadas por los seres humanos caídos, incluyendo las fronteras nacionales y las barreras raciales e incluso religiosas.

Los principales atributos del amor verdadero de Dios son que es absoluto, único, incambiable y eterno, por lo que cualquiera que lo practique vivirá con Dios, compartirá Su alegría y disfrutará del derecho de participar a la par Suyo en Su obra. Por eso, una vida vivida por el bien de los demás, una vida de amor verdadero, es el requisito absoluto para entrar en el Reino de los Cielos.

La existencia real del Mundo Espiritual
Damas y caballeros, la mente humana es más elevada que el cuerpo y el espíritu más elevado que la mente. En un lugar más elevado que el Mundo Espiritual, al que nuestros espíritus están destinados a ir, se encuentra la morada de Dios. Por lo tanto, sólo nos sentiremos completos cuando nos unamos a Dios totalmente mediante un amor verdadero. Desde esta perspectiva, una persona perfeccionada, aunque aparentemente parezca un simple individuo, representa a toda la historia y a todo el potencial de futuras relaciones. Se podría decir que tiene un valor infinito. Cuando somos conscientes de este valor cósmico, vivimos guiados por nuestra mente y al servicio de la misma.

Por eso, nuestra conciencia sabe y recuerda no sólo cada acción realizada durante nuestras vidas, sino también cada pensamiento que hemos tenido. La conciencia sabe de estas cosas antes que nuestros propios maestros, padres o incluso que el mismo Dios. Por eso, si fueran absolutamente obedientes a las directrices de su conciencia, que es su guía por la eternidad, tendrían absolutamente garantizados alcanzar la vida eterna. Así es como Dios nos creó.

Cuando observamos la estructura del ser humano desde una perspectiva diferente, podemos percibir que Dios nos creó como una entidad dual. Creó nuestro cuerpo físico como una síntesis del mundo substancial, tangible, y nuestro cuerpo espiritual como representante y señor del mundo incorpóreo. El ser humano fue creado para vivir unos cien años en el mundo físico y, al terminar su funcionamiento, pasar natural y automáticamente al Mundo Espiritual incorpóreo. De esta manera, aunque no pueda ser percibido por los ojos de nuestro cuerpo físico, el Mundo Espiritual es la extensión automática e inevitable de nuestra vida en la Tierra, el hogar original y eterno creado por Dios para los seres humanos.

El Mundo Espiritual existe verdaderamente. No es un mundo fruto de nuestra fantasía o imaginación. No hay elección posible en esta cuestión. No es un mundo al que podamos ir si nos place o rehusar si no queremos. Al igual que Dios es eterno e incambiable, el Mundo Espiritual fue creado por Él para ser eterno e incambiable. De la misma manera que en el Mundo Físico mantenemos con nuestro cuerpo todo tipo de relaciones con el entorno que nos rodea, en el Mundo Espiritual estamos destinados a continuar viviendo con nuestro cuerpo espiritual, construyendo y manteniendo relaciones profundas con todo lo que existe en ese mundo.

La relación entre el espíritu y el cuerpo físico
Sin embargo, en la relación entre el espíritu y el cuerpo físico de un ser humano, el espíritu es más importante. El cuerpo físico dura unos cien años, pero el espíritu permanece para siempre, trascendiendo tiempo y espacio. Por muy bien que se vista una persona o por muy bien que le vayan las cosas en este mundo físico, el destino final será la muerte. Por eso, antes de pasar al otro mundo, deben alcanzar la unidad entre el cuerpo físico y el espiritual, viviendo sus vidas en la Tierra de manera tal que satisfagan los requisitos, tanto del mundo físico como del Mundo Espiritual.

En otras palabras, tienen la responsabilidad de perfeccionar su ser espiritual dentro de su cuerpo, sobre la base de sus vidas finitas, mientras vivan en este mundo físico, tangible. Eso no significa, sin embargo, que la perfección del yo espiritual ocurra automáticamente. Su ser espiritual podrá madurar completamente sólo si logran una completa unidad entre la mente y el cuerpo durante sus vidas terrenales, expresando amor verdadero a través de sus acciones.

Damas y caballeros, para que en otoño se puedan cosechar y almacenar los frutos, deben primero crecer durante la primavera y el verano, recibiendo los nutrientes que les dan la naturaleza y el cuidado esmerado de su dueño. Aquellos que crezcan en una huerta cuyo propietario sea holgazán e ignorante, se verán afectados por toda clase de enfermedades, así como por las inclemencias del tiempo. Finalmente caerán del árbol antes de madurar o se llenarán de gusanos. Aunque en apariencia sigan siendo frutos, serán diferentes a los demás, ya que nunca serán lo bastante buenos como para venderse en el mercado.

Los frutos que han madurado plenamente en el árbol irán automáticamente al almacén del granjero. De la misma manera, solamente cuando el espíritu de una persona alcanza la perfección en su vida en el mundo físico, que en este caso sería como el árbol, puede automáticamente entrar en el mundo incorpóreo del Reino de los Cielos. En otras palabras, una persona entrará en el Reino de Dios en el Cielo automáticamente sólo cuando esté calificada para ello y haya disfrutado del Reino de los Cielos en la Tierra, viviendo una vida completamente madura con su cuerpo físico.

Mientras viven aquí en la Tierra, cada uno de sus actos y movimientos, sin excepción alguna, quedan registrados en el ser espiritual, tomando como modelo las leyes públicas del Cielo. De esta manera, entrarán en el Mundo Espiritual en la forma adquirida por su ser espiritual en la que habrá quedado grabada con una precisión total vuestra vida en la Tierra. Sus espíritus mostrarán abiertamente si vivieron una vida fructífera de bondad o una vida corrupta de pecado. Eso quiere decir que Dios no será su juez, sino que ustedes mismos serán sus propios jueces. Quienquiera que entienda esta terrible e impresionante regla del Cielo, ¿puede emplear los años que le quedan en la Tierra comportándose de un modo egoísta e inmoral, cayendo en todas las tentaciones de Satán y dedicándose a la mera búsqueda del placer? Deben abstenerse de dañar y herir a su cuerpo espiritual, aunque tengan que arriesgar sus vidas terrenas. Por favor, sean conscientes de lo que significa esta verdad: los pensamientos, palabras y comportamientos que tengan en cada momento de sus vidas determinarán si su destino será el Cielo o el infierno.

Esto no significa, sin embargo, que el espíritu tenga una vida independiente o que pueda expresar el amor verdadero mediante acciones propias. El espíritu crece, madura y finalmente alcanza la perfección sólo a través del cuerpo físico, llevando una vida de amor verdadero en la Tierra mediante la relación armónica entre la mente y el cuerpo.

Sin embargo, incuestionablemente, su ser exterior y su ser interior están en continua lucha y conflicto. ¿Por cuánto tiempo van a permitir que continúe esa lucha? ¿Diez años? ¿Cien años? Por otro lado, cuando observamos el orden innegable que hay en todas las formas de existencia del universo, debemos concluir que Dios no creó a los seres humanos en este estado de desorden y conflicto. Deben comprender que es deber y responsabilidad de ustedes rechazar todas las tentaciones dirigidas a su ser exterior, su cuerpo físico, y ser victoriosos en sus vidas, siguiendo las directrices de su ser interior, la conciencia. La fortuna celestial estará con quienes lleven una vida así ya que podrán alcanzar la perfección de su ser espiritual.

El Reino de los Cielos y la familia
Damas y caballeros, ¿qué clase de lugar es el Cielo? En pocas palabras, el Cielo es un mundo rebosante del amor de Dios. El amor verdadero es su eje. Está en todas partes, tanto en su expresión externa, como en el pensamiento interior. La vida de todo el mundo está llena de amor verdadero de principio a fin. Las personas que habitan en ese Cielo nacen por el amor verdadero, viven en el abrazo del amor verdadero, y siguen el sendero del amor verdadero a lo largo de sus vidas, hasta el día en que pasan al otro mundo, el Mundo Espiritual.

El Cielo es un mundo natural en donde todo el mundo vive por el bien de los demás. En consecuencia, en este mundo no hay antagonismos ni celos. No es un mundo gobernado ni por el dinero, ni por la posición ni por el poder. En el Cielo, el éxito de una persona representa el éxito de todas, las preferencias de uno representan las preferencias del conjunto, y la alegría de una persona representa la alegría del conjunto.

El Cielo es un mundo lleno del aire del amor verdadero, donde todos respiran amor verdadero. Sus vidas vibran de amor, en todo lugar y en todo momento. Los ciudadanos del Cielo están unidos porque todos son miembros del linaje de Dios. Allí, el mundo entero y toda su gente están conectados por una relación inseparable, como lo están las células de nuestro cuerpo. El amor verdadero, que constituye la esencia de Dios, es el único poder gobernante en el Cielo. El propio Dios existe para el Amor Verdadero.

Damas y caballeros, a partir de ahora deberían dedicarse a practicar una vida de amor verdadero. ¿Pueden amar a Dios más de lo que lo hicieron Adán y Eva? ¿Pueden amarle más de lo que Jesús le amó? Cuando pongan en práctica el amor verdadero hasta en los más mínimos detalles, su mente y su cuerpo se unirán perfectamente. Deben establecer relaciones de amor verdadero con todos aquellos que les rodean. Por decirlo de otro modo, deben perfeccionar una verdadera familia, formada por tres generaciones: abuelos, padres e hijos que viven juntos en el amor verdadero. Háganlo aquí en la Tierra y ya estarán preparados para entrar en el Cielo.

Una familia de tres generaciones viviendo en armonía
Cuando se busca el ideal perdido de la familia original, debe haber alguien en la posición del Adán perfecto, alguien en la posición de Jesús y alguien en la posición del Señor de la Segunda Llegada. Desde este punto de partida podemos establecer la familia en la que Dios morará. En esa familia, tres generaciones -abuelos, padres e hijos- vivirán en armonía. Los padres y los hijos servirán y atenderán a los abuelos, porque representan a los antepasados de la familia, a su raíz histórica.

Damas y caballeros, la familia es el lugar donde se establece el modelo para que todos vivamos juntos en armonía. Constituye el modelo de cómo vivir unidos como un solo cuerpo. En esa familia, tenemos amor y respeto entre padres e hijos, fidelidad y amor mutuo entre marido y esposa, y respeto y confianza mutuos entre hermanos. Por eso tienen que establecer una verdadera familia donde, desde la raíz del amor verdadero, brota el tallo del amor verdadero y sus frutos son de amor verdadero.

Esas familias contienen la raíz viva de la historia y los fundamentos inamovibles del Reino de los Cielos. En ellas, se enraíza el Reino de los Cielos en la Tierra. Son el terreno donde la soberanía de Dios planta y hunde Sus raíces. Las raíces del pasado, el presente y el futuro están representadas, respectivamente, por los abuelos, los padres y los hijos. La raíz del pasado representa el Mundo Espiritual, la raíz del presente es el palacio que representa el mundo actual, y la raíz del futuro convierte a los hijos e hijas en príncipes y princesas. Al establecer este tipo de familias, estamos levantando un palacio de paz que representa la armonía entre los dos mundos, el físico y el espiritual.

De este modo, las tres generaciones de abuelos, padres e hijos deben vivir juntas como una única familia y servir al Dios eterno. Dios desea ver familias así, y es su responsabilidad como Mesías tribales y Embajadores para la Paz buscar y establecer estas familias de Cheon Il Guk, el Reino de Dios.

Damas y caballeros, deben formar familias a las que Dios añore volver siempre. Debe sentirse cómodo cuando visite sus hogares, al igual que todo padre cuando visita a sus hijos e hijas. Eso significa vivir una vida de servicio a Dios.

En esa familia, Dios es el Sujeto vertical de sus conciencias, y, a la vez, la conciencia es el sujeto vertical de sus cuerpos. De esta manera, la unidad con Dios también une sus mentes y sus cuerpos. Los miembros de la familia que hayan establecido este eje vertical pueden perfeccionar los cuatro dominios del amor y del corazón: el amor paternal, el amor conyugal, el amor filial y el amor de hermanos. Esta familia une todas las direcciones: arriba y abajo, delante y detrás, izquierda y derecha. Giran espiritualmente uno alrededor del otro en un movimiento esférico eterno. Este es el modelo eterno de la familia ideal de Dios, que se extiende a las naciones ideales y a Su reino de paz. ¡Ojalá el mundo entero estuviera repleto de familias verdaderas! Sería una sociedad equilibrada en la cual las personas se regirían por el orden y las leyes celestiales, sin necesidad de abogados, fiscales ni jueces.

¿Quién debería ser consciente de sus acciones, ya sean buenas o malas? Sus abuelos, sus padres, su cónyuge y sus hijos. ¿Hay algo que no pueda ser resuelto en la propia familia? Cuando padres e hijos, marido y esposa, hermanos mayores y menores establecen un modelo de vivir por el bien de los demás, ¿cómo pueden hacer algo que sea imperdonable? ¿Qué posibilidades tienen de cometer delitos? Un mundo gobernado por una vida celestial y leyes celestiales es un mundo natural, un mundo abierto, un mundo de verdad y razón pura. Es un mundo iluminado por el sol del mediodía de los valores absolutos, un mundo sin sombras.

La bendición de los matrimonios interculturales
Distinguidas damas y caballeros, nuestros lazos con el linaje de Satanás han causado mucho sufrimiento a lo largo de la historia. Demos valientemente un paso adelante para cortar con ese linaje e injertarnos en la raíz del linaje de los Padres Verdaderos. ¿Por qué continuar viviendo y muriendo absurda y estúpidamente como olivos silvestres? Aunque viva mil años, un olivo silvestre seguirá produciendo semillas de más olivos silvestres. ¿Dónde podremos encontrar la vía de escape a este círculo vicioso? A través de la Sagrada Bendición.

La Ceremonia de la Sagrada Bendición ofrece la gracia de injertarnos al olivo verdadero. Fue instituida por los Padres Verdaderos, que traen el verdadero linaje de Dios a la humanidad. Una vez que cambien su linaje al linaje de Dios, su descendencia será una parte natural de ese linaje. La Sagrada Bendición se recibe en tres etapas: renacimiento, resurrección y vida eterna. Cuando reciban la Sagrada Bendición de los Padres Verdaderos podrán dar nacimiento a descendientes puros, sin pecado, y construir una familia ideal.

La mejor manera de recibir la Sagrada Bendición Matrimonial es con alguien de otra raza, de otra nacionalidad o de otra religión. Yo lo llamo “matrimonios interculturales”. Estos matrimonios contribuyen a lograr la inmensa tarea de trascender las barreras de razas, culturas, nacionalidades, etnias y religiones, y a crear una única familia humana. A los ojos de Dios, no hay diferencias por el color de la piel. Dios no reconoce las fronteras nacionales. Dios no tiene nada que ver con las barreras religiosas ni culturales. Esas barreras no son más que trucos del diablo, que las ha estado usando para dominar a la humanidad como un padre falso durante decenas de miles de años.

Ustedes tienen la misión de enseñar a los miembros de sus familias y de sus clanes que los matrimonios interculturales son el medio ideal y último para establecer un mundo ideal y pacífico aquí en la Tierra. Todos ellos deberían alcanzar el rango divino de quienes ya han sido bendecidos a través de matrimonios interculturales.

Damas y caballeros, ahora ya está abierto el camino para que puedan cambiar sus linajes a través de la Ceremonia del Vino Sagrado instituida por los Padres Verdaderos. La Bendición es de ustedes y les pertenece, tanto si son parejas recién casadas o ya casadas anteriormente, para que puedan con ella establecer familias verdaderas.

En verdad, estoy hablando hoy al mundo entero, abogando para que toda la humanidad complete el cambio de linaje participando en estos matrimonios interculturales. Estos matrimonios también restauran el orden de la familia original, permitiendo a aquellos que son ‘Abel’, y, por tanto, están relativamente más cercanos al Cielo, poder tomar el papel de liderazgo y la posición de hermano mayor.

El matrimonio intercultural es, definitivamente, la mejor vía para restaurar a la humanidad y para que todo el mundo se convierta en hijo o hija de Dios. Es el más grande de todos los actos morales, porque sitúa a las personas en el linaje de Dios y los eleva hasta un nivel completamente nuevo. Es el rito que rompe con todos los vínculos de enemistad. Es el rito más sagrado, que convierte nuestro linaje en el linaje de Dios y nos recrea a través de los Padres Verdaderos, el Rey y la Reina de la Paz y las manifestaciones substanciales de Dios que le permiten llevar adelante Su providencia en el mundo presente.

El Movimiento de Paz de los Padres Verdaderos
He dedicado mi vida entera a enseñar el camino de vivir por el bien de los demás. Esta es la práctica del amor verdadero. Como principio básico, no sólo se aplica a los individuos, sino a todos los niveles, desde la familia a la sociedad y a la nación.

Desde este punto de vista, me gustaría reiterar mi propuesta de un proyecto verdaderamente providencial y revolucionario. Por el beneficio de la paz y del bienestar humano, y también para edificar la patria original de Dios, propongo que construyamos un túnel para transitar a través del Estrecho de Bering, donde Satanás ha dividido históricamente a Oriente de Occidente, al Norte del Sur, y donde se separan las masas continentales de Norteamérica y Rusia. Este túnel, que denomino “El Puente-Túnel Rey de la Paz Mundial”, unirá un Sistema Internacional de Autopistas que permitirá que todo el mundo pueda viajar libremente por tierra desde el Cabo de Buena Esperanza en África, hasta Santiago de Chile, y desde Londres a Nueva York, a través del Estrecho de Bering, conectando al mundo como una sola comunidad.

Dios nos está advirtiendo de que no va a tolerar por más tiempo separaciones ni divisiones. Hacer que este proyecto progrese permitirá que el mundo viva unido como un solo pueblo. Esto acabará con las barreras humanas de raza, cultura, religión y nacionalidad, y establecerá el reino del mundo ideal de paz anhelado por Dios.

Los Estados Unidos y Rusia deben estar unidos. La Unión Europea, China, India, Japón, Brasil y todas las naciones, así como las religiones del mundo, deben aunar sus fuerzas para abordar este proyecto. El éxito del mismo contribuirá decisivamente a la creación de un mundo ideal de paz donde nunca más haya guerras entre los pueblos.

La llegada del Reino del Mundo Ideal de Paz
Distinguidos Embajadores para la Paz y líderes de todos los ámbitos sociales. Están ahora viviendo en el tiempo más bendecido y elevado de la historia. ¡La Era después de la Llegada del Cielo ha llegado! Proclamo hoy el inicio de un nuevo Cielo y una nueva Tierra, que durante tanto tiempo han sido anhelados por los miles de millones de antepasados de ustedes en el Mundo Espiritual que vivieron a lo largo de la historia. Esta es la era del Reino del Mundo Ideal de Paz. Los fundadores de las cuatro grandes religiones y miles de millones de buenos antepasados han descendido ya espiritualmente a la Tierra para guiarlos hacia el camino celestial. La era en la que el mundo caído y corrupto ha sembrado el caos en la humanidad, permitiendo que las malas personas vivieran una vida mejor que los demás, está finalizando.

Nuestro propósito último es encontrar y establecer una nación que vele por la Voluntad de Dios y cuyos ciudadanos sirvan a Dios como su centro. ¿Cómo será esa nación? El Reino del Mundo Ideal de Paz se parecerá en su forma a una verdadera familia, con tres generaciones viviendo juntas en armonía; confiando, respetando y apoyándose unos a otros y unidos por el amor. En pocas palabras, esta es la nación que la humanidad ha deseado a lo largo de todas las eras, la utopía en la que Dios es el único soberano.

Necesitamos un movimiento que realice una sociedad de interdependencia, prosperidad mutua y valores universalmente compartidos. Necesitamos hacer de la humanidad una gran y única familia, rompiendo los muros que existen en nuestros corazones y eliminando incluso las fronteras entre las naciones. Este movimiento comienza en la familia. Por eso, todos nosotros debemos tener en mente que la llamada providencial de formar y establecer una verdadera familia es para cada uno. Esta es la vía por la que podemos hacer que avance el establecimiento del Reino de Paz Cósmica en la Tierra.

En verdad, todo esto ocurrirá. En Oriente Medio, uno de los polvorines de la Tierra, judíos, cristianos y musulmanes han encontrado en mi filosofía de paz los recursos necesarios para entablar una nueva dimensión de diálogo. En las pasadas décadas, mi Pensamiento de Unificación jugó un papel decisivo en la finalización de la Guerra Fría. Ahora estoy liderando con éxito esfuerzos detrás de escena para lograr la unificación de Corea, la tierra donde nací.

Sin embargo, aún no estoy satisfecho, porque comencé el trabajo de mi vida con un mandato claro y rotundo del Cielo. He venido como el Padre Verdadero de la humanidad designado por Dios, y estoy determinado a mantener la promesa que le hice. Voy a eliminar todas las barreras nacionales que han envenenado esta tierra y establecer el Reino del Mundo Ideal de Paz, donde todo el mundo viva en unidad con su prójimo.

Nuestra misión
La Era después de la Llegada del Cielo que Dios y los Padres Verdaderos han abierto es un tiempo de cambios drásticos. Tienen la misión de que esta era florezca y dé frutos de bendiciones y gloria. Por ello, les ruego que sean emisarios del Cielo, que completen la doble misión de ‘Fuerzas de Paz’ y ‘Voluntarios del Reino de Paz’. Sirvan a la humanidad bajo la bandera de la Federación para la Paz Universal que está trabajando para retomar el papel de la Organización de las Naciones Unidas tipo ‘Abel’. Valiosos ciudadanos del mundo: si no lo hacen ustedes, ¿quien alimentará y protegerá a las Familias Bendecidas y a este bendecido planeta Tierra que Dios nos ha dado?

Damas y caballeros, he dicho ya que en la Era después de la Llegada del Cielo debemos recuperar el verdadero linaje perdido tras la Caída de Adán, recibiendo la Bendición Matrimonial de manos de los Padres Verdaderos. La providencia de la Bendición debe perfeccionarse en cinco etapas: individual, familiar, tribal, racial y nacional. Cumplamos pues nuestra misión divina como familias bendecidas en la Era después de la Llegada del Cielo, restaurando y estableciendo el ideal de una familia de tres generaciones a escala mundial. Este es el mismo propósito por el que Jesús vino a la Tierra, y el mismo que intentó conseguir antes de dejar este mundo.

Por ello, estoy ahora guiando a todos los Mesías tribales y nacionales para que se unan y acaben con las injustas relaciones existentes entre la esfera política, que representa el ‘reino Caín’, y la esfera religiosa, que representa el ‘reino Abel’. Pensando en esta Voluntad providencial, he pedido que se construya un segundo Palacio de Paz para la esfera religiosa, Cheon Jeon Goong, en Ginebra, Suiza, una ciudad llena de significado histórico en las relaciones entre entidades políticas y religiosas.

La Federación de Pueblos Mongoles, que representa al 74 por ciento de la población mundial, debe entender que, en la era providencial en la que nos encontramos, su misión es cumplir su deber de restaurar el mundo a través de la Bendición a escala mundial. Todo esto nos llevará a finalizar el conflicto entre Caín y Abel, iniciado en la primera familia de la humanidad.

Damas y caballeros, ha llegado el tiempo providencial en que tenemos la misión de unir a los dos hijos, Caín y Abel. Y sólo podrán unirse a través del amor de su madre. Entonces, una vez recuperadas sus posiciones originales, deberán ofrecer la familia ideal, restaurada y original, a los Padres Verdaderos, el Rey y la Reina de la Paz Cósmica. Por favor, acéptenlo de corazón y graben esto en sus mentes: están viviendo en el tiempo en el que Dios les da una misión -a través de restaurar la familia ideal verdadera- de ofrecer al Cielo el reino del amor fraternal y el derecho de propiedad que arrebatara Satanás con la Caída de nuestros primeros antepasados.

Estamos adentrándonos en la era de la liberación y de la completa libertad interior, la era providencial del reino del corazón del cuarto Adán. Esta es la Era de la venida del Cielo. Este es el tiempo en que, metafóricamente hablando, el sol está directamente sobre nosotros, despejando todas las sombras. Esto quiere decir que la Era antes de la venida del Cielo -que comprendía las eras del Antiguo, Nuevo y Completo Testamento- ha sido superada. Estas eras han necesitado de inconmensurables ofrendas de expiación y restitución para poder recrear el ideal. El tiempo presente, en cambio, se corresponde a la era anterior a la Caída de Adán, la era en que podemos construir el mundo ideal original. En esta era el amor verdadero lo abraza todo, lo puede todo y tiene autoridad sobre todas las cosas. Es el mundo del corazón en que el Mundo Espiritual y el Mundo Físico viven enlazados en una sola dimensión unida a los Padres Verdaderos, el Rey y la Reina de la Paz. Esta es la era del reino de paz y de unidad en el Cielo y en la Tierra.

Les ruego que sean verdaderos príncipes y princesas que vivan al servicio de Dios como su Padre Verdadero, porque Él es el Rey de la Paz del mundo entero. Construyamos juntos el reino eterno de paz sirviendo a los Padres Verdaderos, que se han convertido en el Rey y la Reina de la Paz Cósmica. Construyamos juntos el mundo de libertad y liberación eterna, donde no hay necesidad ni de un Salvador, ni de un Mesías ni de un Señor de la Segunda Llegada, y finalmente completemos juntos el camino ideal de la familia de hijos e hijas filiales, patriotas, santos e hijos e hijas divinos de Dios.

Haciéndolo así, ¡heredemos la victoria de los Padres Verdaderos, su cumplimiento de la restauración, a través de indemnización, del dominio de las tres generaciones, para que podamos perfeccionar el mundo original que existió antes de la Caída

¡Establezcamos familias ideales modelos que logren el establecimiento del reino cósmico ideal de liberación y de completa libertad, el reino de bondad en el que podamos gozar de un tiempo de paz y prosperidad absoluto, único, incambiable y eterno que llegue a crear el hogar de la paz cósmica que sea alabado por toda la eternidad!

¡Que las bendiciones de Dios estén con sus familias, con sus naciones y con el mundo entero por toda la eternidad!

Muchas gracias.

   
 
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A.E.S.U.C.M.
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