"El
Modelo Absoluto Ideal de Dios para la Paz es la Familia y
el Reino Global manteniendo la Moralidad Sexual Absoluta"
Discurso de Sun Myung Moon - 47º celebración del
Día de los Hijos Verdaderos
Centro Internacional de Exhibiciones de Goyang - República
de Corea
21 de noviembre de 2006 - Sexto año del Cheon Il Guk
Queridas
Familias Bendecidas, respetados Embajadores
para la Paz, líderes de todos los ámbitos
de la vida, distinguidos invitados locales y extranjeros:
Hoy
es un día significativo en la historia de la Providencia
de Dios: comienza el 47º año
desde que declaré el Día de los Hijos.
Existen cuatro grandes hitos que deben ser logrados y establecidos
en el curso providencial de la restauración por indemnización,
para cumplir con el propósito de la creación
que fue perdido por la caída de Adán y Eva,
nuestros primeros antepasados. Estos son: El Día
de Dios, el Día de los Padres, el
Día de los Hijos y el Día de Todas las Cosas.
Esta es la primera celebración del Día de
los Hijos Verdaderos, uno de los cuatro hitos providenciales,
después de la victoria de la Coronación de la
Soberanía de Dios en el 2001 y el
comienzo de la Providencia del Cheon Il Guk (Reino
de Dios), que fue proclamada al momento de la Ceremonia
de Entrada al Palacio de Paz (Cheon Jeong Gung), y la
Ceremonia de Coronación, de junio de este
año.
Para
conmemorar este día significativo y renovar nuestra
resolución, me gustaría trasmitir las palabras
del Cielo sobre el tema: “El Modelo Absoluto Ideal
de Dios para la Paz es la Familia y el Reino Global manteniendo
la Moralidad Sexual Absoluta”, resumen del mensaje
del Cielo que he dado a los seis mil quinientos millones de
personas del mundo el año pasado. Es para recordarles
una vez más sobre su papel y misión desde el
punto de vista de la Providencia de Dios
y la importancia de la era en la que están viviendo.
Estas
palabras son palabras de vida que los 120 líderes religiosos
internacionales recibieron directamente de los Padres
Verdaderos y han proclamando por 120 países.
La gira mundial llevada a cabo por los miembros de las tres
generaciones de la familia de los Padres Verdaderos
abrió el camino de salvación de la humanidad
por medio del mensaje del Cielo y la Bendición. Sobre
ese fundamento, estos líderes religiosos, que representan
el mundo tipo-Caín, han asumido esta causa
viajando a cada rincón del mundo.
La
aparición de la UPF
Damas y caballeros, a lo largo de la historia, ha habido gente
que ha trabajado continuamente por la paz, pero basándose
únicamente en esfuerzos humanos. Consideren, por ejemplo,
la confrontación entre democracia y comunismo. Exteriormente,
la diferencia entre ambos era la amplitud con la que reconocían
y aseguraban los derechos y las libertades individuales. Sin
embargo, desde el punto de vista providencial, el comunismo
y la democracia fueron como dos hijos que habían perdido
a sus padres. Los dos adoptaron las posiciones de Caín
y Abel, respectivamente, y se vieron atrapados en las cadenas
de un conflicto fratricida.
A
lo largo de la historia, los movimientos pacifistas llegaban
inevitablemente hasta un límite y terminaban por fracasar
porque quienes los guiaban eran seres humanos imperfectos.
Por eso, la Organización de las Naciones Unidas, aunque
inició su camino con el espléndido sueño
de alcanzar un mundo de paz, debe admitir ahora sus limitaciones
inherentes y confesar que ya no pueden dar esperanza real
a la humanidad. Esto se debe simplemente a que la ONU se fundó
durante la era anterior al tiempo en el que Dios
podía gobernar directamente el desarrollo de Su Providencia
en la historia.
Ahora,
sin embargo, resulta del todo factible que la Federación
para la Paz Universal complete su misión de
unir el Cielo y la Tierra, y que forme el reino del mundo
ideal de paz, ya que representa la victoria de Dios
y el fruto de la sangre, sudor y lágrimas de los Padres
Verdaderos. Por eso, la Federación
para la Paz Universal es la esperanza más
grande que posee hoy el mundo. Asumirá, sin duda, su
papel como contraparte de tipo ‘Abel’
de la actual Naciones Unidas, de tipo ‘Caín’,
para renovarla y proporcionar el liderazgo necesario para
crear una nueva soberanía de paz universal, conocida
como Cheon Il Guk. Por ello, les ruego que sean conscientes
de que, como líderes mundiales, tienen la misión
celestial de construir el hogar substancial de Dios,
que es, ni más ni menos, que el ideal que Dios
intentó realizar en el momento de la Creación.
El
propósito de la creación de Dios
Respetados líderes mundiales, ¿cuál piensan
que es el propósito último de Dios
al crear a los seres humanos? Dicho sencillamente, experimentar
alegría relacionándose con familias ideales
llenas de amor verdadero. ¿Y cómo es una familia
ideal? Cuando Dios creó a los primeros
seres humanos, hizo que Adán representara a todos los
hombres y Eva representara a todas las mujeres, con la intención
de que llegaran a ser los dueños del amor verdadero.
Entonces, ¿cuál era la manera más rápida
para que cultivasen ese amor verdadero? En pocas palabras,
asegurar su relación de padre e hijo con Dios,
en la que pudieran vivir queriendo a Dios
como Su Padre y formando una familia modelo
que encarnase Su ideal de paz. Su vida tendría que
consistir en formar una sola familia con Dios,
experimentando así alegría eternamente.
Dios
creó a Adán y Eva y les entronizó como
primeros antepasados de la humanidad para que formaran un
modelo de familia ideal y establecieran el ideal de paz. Se
determinó completamente a educarlos como hijo e hija
Suyos, unidos a Él mediante el amor verdadero, la vida
verdadera y el linaje verdadero.
Damas
y caballeros, era necesario que Adán y Eva establecieran
un modelo de familia ideal y pacífica. Dios,
el Ser Absoluto, creó a los seres humanos como a sus
hijos para inculcar en ellos valores absolutos sobre la base
de un estándar absoluto. Por lo tanto, los seres humanos
deben seguir el camino de este estándar absoluto manteniendo
las demandas del sendero celestial. Esto significa que estamos
destinados a seguir nuestro curso de vida para asistir a Dios,
el Ser Absoluto, como nuestro Padre. En otras palabras, para
que las personas se perfeccionen a sí mismas a semejanza
de Dios y obtengan el nivel de personas de
carácter que puedan ser llamadas hijos e hijas del
Ser Absoluto, deben seguir el sendero basado en el estándar
absoluto determinado por el Cielo. La esencia de este camino
es el estándar de la moralidad sexual absoluta.
Moralidad
Sexual Absoluta
El primer paso es mantener la moralidad sexual absoluta, en
otras palabras, un estándar de pureza sexual absoluta
antes de casarse.
Después
de nacer, vamos a través de un proceso de crecimiento.
Atravesamos la infancia en un ambiente sano y seguro bajo
la protección y el amor de nuestros padres. Entramos
luego al periodo de la adolescencia, que señala el
comienzo de una nueva y dinámica etapa a medida que
forjamos relaciones en un nuevo nivel con quienes nos rodean,
así como con todas las cosas de la creación.
Este es el momento cuando comenzamos a caminar el sendero
para convertirnos en un ser humano absoluto, internamente,
por medio de la perfección de nuestro carácter,
y exteriormente al convertirnos en adultos.
Sin
embargo, en este periodo existe un requisito absoluto que
los seres humanos deben conservar sin importar quienes son:
mantener su pureza. La pureza sexual está basada en
el modelo absoluto de moralidad sexual que Dios
le dio a Sus hijos como responsabilidad para cumplir el ideal
de la creación. Este mandato celestial es, por lo tanto,
el camino para perfeccionar el modelo absoluto de moralidad
sexual.
¿Cuál
fue la única palabra, el único mandamiento que
Dios les dio a Adán y Eva, los primeros antepasados
humanos, después de su creación? Fue el mandamiento
y la bendición de mantener un estándar absoluto
de abstinencia sexual hasta la aprobación del Cielo
para su matrimonio. Nosotros encontramos esto en el pasaje
de la Biblia que indica que Adán y Eva morirían
el día que comiesen del fruto del árbol del
conocimiento del bien y del mal. Si ellos habrían obedecido
el mandamiento del Cielo, habrían perfeccionado su
carácter y, como co-creadores, se mantendrían
firmes en Dios, el Creador, como Sus Iguales.
Más aún, habrían tomado dominio sobre
la creación y se habrían convertido en los señores
del universo disfrutando de una felicidad ideal y eterna.
La
bendición de Dios era que preservasen
su pureza, para casarse luego bajo Su Bendición como
Sus Hijos, convertirse en un verdadero marido y esposa, dar
a luz hijos verdaderos y llegar a ser padres verdaderos. Esto
profundiza nuestra comprensión de este mandamiento.
No era algo separado de la moralidad sexual absoluta, que
es el principio de la creación de Dios.
La verdad profunda que permanece oculta dentro del mandamiento
de Dios a través de la historia era
esta: que los seres humanos hereden y vivan el modelo de moralidad
sexual intrínseca al ideal de la creación de
Dios para perfeccionar su individualidad
como Sus hijos y establecerse como señores de la creación.
El
segundo paso es el modelo de la moralidad sexual en la relación
de marido y esposa. Más preciosa que la vida misma,
es la ley celestial de la fidelidad absoluta.
El
marido y la esposa son compañeros eternos dados el
uno al otro por el Cielo. Al tener hijos, se convierten en
co-creadores del amor, la vida y el linaje verdaderos y la
fuente original de aquello que es absoluto, único,
incambiable y eterno. Esto es debido al principio celestial
de que las personas no pueden dar nacimiento a hijos por sí
mismos, aunque vivan por mil años. ¿Cómo
pueden las personas que preservan su pureza antes del matrimonio
y llegan a unirse en pureza como marido y esposa por el Cielo
se pueden desviar del camino celestial y se pierdan siguiendo
el camino errado? Los seres humanos son diferentes a los animales.
Si ellos comprenden el propósito de Dios al crearlos
como a Sus hijos se darán cuenta que el camino errado
es una traición y rebelión hacia el Creador
más allá de lo imaginable, es el camino de la
destrucción en el que cavan sus propias tumbas. Como
resultado de la Caída humana, este camino está
fuera de la esfera del ideal de la creación.
Damas
y caballeros, la moralidad sexual absoluta es la gran bendición
que el Cielo ha conferido a la humanidad. Sin adherir al estándar
de moralidad sexual absoluta, el camino de la perfección
de nuestro carácter, la madurez espiritual, está
cerrado. Además, sin asegurar el fundamento de la moralidad
sexual absoluta en una verdadera familia por medio de personas
perfeccionadas, es imposible para Dios establecer
Su posición como un Dios personal
y encarnado. Para que Dios, el Ser Absoluto,
pueda tener dominio directo sobre nuestras vidas y vivir y
compartir la alegría con nosotros, que fuimos creados
como Sus compañeros e hijos, debemos asumir la forma
de una familia perfeccionada basada en el estándar
de la moralidad sexual absoluta, como Dios
manda. Sólo dentro del marco de la familia que mantiene
la moralidad sexual absoluta es posible crear relaciones basadas
en el modelo ideal de la ética sexual para vivir como
originalmente debería ser. Esta vida incluye la esfera
de las tres generaciones de abuelos, padres, hijos y nietos.
Por favor, entiendan claramente que la vida eterna de Dios
y la vida eterna de los seres humanos sólo
se hace posible sobre este fundamento.
Por
esta razón, si Adán y Eva hubieran alcanzado
la perfección individual manteniendo la moralidad sexual
absoluta, la perfección de su carácter, en consonancia
con la voluntad de Dios, y hubieran entrado
en relación conyugal por medio de Su Bendición,
hubieran logrado la completa unidad con Él. Dios
podría haber morado en esa unión y sus hijos
habrían estado ligados a este orden sagrado del amor,
disfrutando de una relación directa con Dios
como su Padre. En otras palabras, el matrimonio de Adán
y Eva perfeccionados, basado en la moralidad sexual absoluta,
habría sido el matrimonio de Dios
mismo. Aunque Dios es por siempre Dios, también
Adán y Eva llegarían a ser la encarnación
de Dios. Dios se establecería
en el interior de sus mentes y corazones para convertirse
en los Padres Verdaderos de la humanidad,
tanto en el Mundo Físico como en el Mundo Espiritual,
sobre el fundamento de la moralidad sexual absoluta.
La
importancia del linaje
¿Saben lo qué ha hecho sufrir más a Dios
en Su corazón, causándole el mayor dolor a lo
largo de la Historia, desde la Caída de Adán
y Eva? La pérdida de Su linaje, y con ello, la base
de la fraternidad humana, e incluso Su dominio sobre la Creación.
El linaje de Dios era más importante
que la propia vida. Sin ese linaje, los frutos de la vida
verdadera y del amor verdadero nunca podrían madurar.
Por el contrario, se convirtieron en los frutos de Satanás,
sin relación alguna con el Cielo. De ellos descienden
los seis mil 500 millones de personas que ahora pueblan la
Tierra.
Damas
y caballeros, el linaje es más importante que la vida
y más valioso que el amor. La vida y el amor se unen
para crear el linaje. El linaje no puede establecerse si se
pierde el amor o la vida. Por ello, de entre los tres -amor,
vida y linaje- el linaje es el fruto. El linaje de Dios
contiene la semilla del amor verdadero y proporciona el contexto
y el ambiente para una vida verdadera.
De
ahí que para que lleguemos a ser las personas ideales
que Dios imaginó; es decir, personas
de carácter ideal, y para que formemos familias ideales,
primero necesitamos conectarnos a Su linaje. Y aún
más, sólo cuando estemos conectados al linaje
de Dios nos será posible crear la
patria de Dios, la nación ideal. Sólo
entonces será posible establecer el reino del mundo
ideal de paz.
Por
favor, graben en sus corazones la importancia del linaje.
Por más que me esfuerce, nunca podré enfatizarlo
suficientemente. La relación entre padres e hijos es
la más elevada e importante de todas las relaciones,
porque ese ‘cordón umbilical’ entre ellos
es la única vía a través de la cual se
puede heredar y transmitir el linaje de Dios
y hacer que perdure para siempre. Les ruego que lo tengan
siempre presente.
Sin
embargo, han sido el amor, la vida y el linaje falsos los
que han infectado la Tierra. El amor, la vida y el linaje
de Dios cayeron en manos del adúltero
Satanás, el enemigo del amor. El Cielo y la Tierra
se vieron espiritualmente contaminados y se transformaron
en un infierno. El mundo se convirtió en un lugar despreciable,
alejado de la presencia de Dios. A pesar
de todo, la humanidad, lo ignora por completo hasta el día
de hoy. La gente vive engañada creyendo que el linaje
del enemigo es el cordón umbilical del que depende
su mundo. Esa es la terrible verdad sobre los seres humanos
descendientes de la Caída. Por eso nos referimos a
este mundo como al infierno en la Tierra. Dios
observa la trágica situación de la humanidad
con un corazón lleno de dolor.
Además,
cuando Satanás tomó el control y dominio del
linaje humano debido a la Caída, usurpó también
el derecho de primogenitura y el derecho de propiedad. Dios
es como un padre que trabajó y se fatigó durante
su vida para acumular bienes para sus hijos, para que de repente
un ladrón acabe robándole todo en una noche.
¿Quien puede comprender el apenado y dolorido corazón
de Dios? Perdió Su linaje, perdió
a Sus queridos hijos y se vio obligado a transmitir la propiedad
de las naciones y del mundo a Satanás.
Sin
embargo, la vida del Rvdo. Moon, cuya labor
ha sido completar la misión de los Padres Verdaderos,
ha sido una vida de penalidades, marcada por un sufrimiento
y una persecución indescriptibles.
El
tercer Adán, el Padre Verdadero, necesita
restaurar mediante la indemnización y corregir completamente
todas las fallas del primer y segundo Adán. Su misión
no es sólo completar la misión de Salvador,
Mesías y Señor en su segunda venida, sino también
completar la misión de las figuras principales en las
que se basan todas las religiones. A semejanza del proceso
creativo de Dios del universo, su vida ha
constituido la gran tarea de la recreación de la humanidad,
en la que no se permite ni el más mínimo error.
Ha sido un curso solitario que nadie puede entender.
Ha
seguido un curso que le ha llevado por senderos imposibles
en medio del desierto, por los que tuvo que ir completamente
solo. Ni siquiera Dios pudo darle Su reconocimiento.
Suspendido muchas veces entre la vida y la muerte, vomitando
sangre, tuvo que levantarse una y otra vez como un ave fénix
para mantener la promesa dada a Dios.
El
Rvdo. Moon, a pesar de su inocencia, tuvo
que sufrir injustamente la prisión seis veces: en su
juventud, por trabajar en el movimiento clandestino de independencia,
cuando estaba estudiando en Japón; por propagar la
voluntad de Dios en Pyongyang, que se encontraba
entonces bajo el dominio comunista, inmediatamente después
de la independencia de Corea; durante la administración
de Syngman Rhee, después del resurgimiento de Corea
como una nación libre; e incluso en los Estados Unidos,
que se vanaglorian orgullosamente ante el mundo de ser el
modelo de la democracia. ¿Quién puede entender
la vida del Rvdo. Moon en este mundo? Su
vida ha estado plagada de miserias y se ha visto forzado a
reprimir cualquier queja para poder así consolar a
Dios y salvar a la gente caída del
mundo, que sufre bajo el dominio de la muerte. Incluso ahora,
si alguien pudiera ver su corazón y dirigirle aunque
fuera una sola palabra de consuelo, sus lágrimas formarían
una irrefrenable cascada.
Sólo
hay un modo de recuperar el linaje, el derecho de primogenitura
y el derecho de propiedad perdidos. Un solo camino para conseguir
subyugar a Satanás y hacer que se rinda voluntariamente.
¿Cuál es ese secreto? Sólo es posible
por el poder del amor verdadero, que haga que amemos a nuestros
enemigos más de lo que amamos a nuestros propios hijos.
El
amor verdadero
Entonces, ¿qué es el amor verdadero? Su esencia
es dar, vivir por el bien de los demás y por el bien
del conjunto. El amor verdadero da, olvida lo que ha dado
y continúa dando sin cesar. El amor verdadero da alegremente.
Lo encontramos en el alegre y cariñoso corazón
de una madre que acuna a su bebé en sus brazos y lo
nutre de su seno. El amor verdadero es un amor sacrificado,
como el de un hijo piadoso que obtiene su mayor satisfacción
ayudando a sus padres.
Cuando
nos vinculamos con otros mediante el amor verdadero podremos
estar juntos para siempre, disfrutando permanentemente de
la mutua compañía. La atracción del amor
verdadero pone a todo el universo a nuestros pies; incluso
Dios vendrá y morará con nosotros.
Nada puede compararse al valor de este amor. Tiene el poder
de disipar las barreras creadas por los seres humanos caídos,
incluyendo las fronteras nacionales y las barreras raciales
e incluso religiosas.
Los
principales atributos del amor verdadero de Dios
son que es absoluto, único, incambiable y eterno, por
lo que cualquiera que lo practique vivirá con Dios,
compartirá Su alegría y disfrutará del
derecho de participar a la par Suyo en Su obra. Por eso, una
vida vivida por el bien de los demás, una vida de amor
verdadero, es el requisito absoluto para entrar en el Reino
de los Cielos.
La
existencia real del Mundo Espiritual
Damas y caballeros, la mente humana es más elevada
que el cuerpo y el espíritu más elevado que
la mente. En un lugar más elevado que el Mundo Espiritual,
al que nuestros espíritus están destinados a
ir, se encuentra la morada de Dios. Por lo
tanto, sólo nos sentiremos completos cuando nos unamos
a Dios totalmente mediante un amor verdadero.
Desde esta perspectiva, una persona perfeccionada, aunque
aparentemente parezca un simple individuo, representa a toda
la historia y a todo el potencial de futuras relaciones. Se
podría decir que tiene un valor infinito. Cuando somos
conscientes de este valor cósmico, vivimos guiados
por nuestra mente y al servicio de la misma.
Por
eso, nuestra conciencia sabe y recuerda no sólo cada
acción realizada durante nuestras vidas, sino también
cada pensamiento que hemos tenido. La conciencia sabe de estas
cosas antes que nuestros propios maestros, padres o incluso
que el mismo Dios. Por eso, si fueran absolutamente
obedientes a las directrices de su conciencia, que es su guía
por la eternidad, tendrían absolutamente garantizados
alcanzar la vida eterna. Así es como Dios
nos creó.
Cuando
observamos la estructura del ser humano desde una perspectiva
diferente, podemos percibir que Dios nos
creó como una entidad dual. Creó nuestro cuerpo
físico como una síntesis del mundo substancial,
tangible, y nuestro cuerpo espiritual como representante y
señor del mundo incorpóreo. El ser humano fue
creado para vivir unos cien años en el mundo físico
y, al terminar su funcionamiento, pasar natural y automáticamente
al Mundo Espiritual incorpóreo. De esta manera, aunque
no pueda ser percibido por los ojos de nuestro cuerpo físico,
el Mundo Espiritual es la extensión automática
e inevitable de nuestra vida en la Tierra, el hogar original
y eterno creado por Dios para los seres humanos.
El
Mundo Espiritual existe verdaderamente. No es un mundo fruto
de nuestra fantasía o imaginación. No hay elección
posible en esta cuestión. No es un mundo al que podamos
ir si nos place o rehusar si no queremos. Al igual que Dios
es eterno e incambiable, el Mundo Espiritual fue creado por
Él para ser eterno e incambiable. De la misma manera
que en el Mundo Físico mantenemos con nuestro cuerpo
todo tipo de relaciones con el entorno que nos rodea, en el
Mundo Espiritual estamos destinados a continuar viviendo con
nuestro cuerpo espiritual, construyendo y manteniendo relaciones
profundas con todo lo que existe en ese mundo.
La
relación entre el espíritu y el cuerpo físico
Sin embargo, en la relación entre el espíritu
y el cuerpo físico de un ser humano, el espíritu
es más importante. El cuerpo físico dura unos
cien años, pero el espíritu permanece para siempre,
trascendiendo tiempo y espacio. Por muy bien que se vista
una persona o por muy bien que le vayan las cosas en este
mundo físico, el destino final será la muerte.
Por eso, antes de pasar al otro mundo, deben alcanzar la unidad
entre el cuerpo físico y el espiritual, viviendo sus
vidas en la Tierra de manera tal que satisfagan los requisitos,
tanto del mundo físico como del Mundo Espiritual.
En
otras palabras, tienen la responsabilidad de perfeccionar
su ser espiritual dentro de su cuerpo, sobre la base de sus
vidas finitas, mientras vivan en este mundo físico,
tangible. Eso no significa, sin embargo, que la perfección
del yo espiritual ocurra automáticamente. Su ser espiritual
podrá madurar completamente sólo si logran una
completa unidad entre la mente y el cuerpo durante sus vidas
terrenales, expresando amor verdadero a través de sus
acciones.
Damas
y caballeros, para que en otoño se puedan cosechar
y almacenar los frutos, deben primero crecer durante la primavera
y el verano, recibiendo los nutrientes que les dan la naturaleza
y el cuidado esmerado de su dueño. Aquellos que crezcan
en una huerta cuyo propietario sea holgazán e ignorante,
se verán afectados por toda clase de enfermedades,
así como por las inclemencias del tiempo. Finalmente
caerán del árbol antes de madurar o se llenarán
de gusanos. Aunque en apariencia sigan siendo frutos, serán
diferentes a los demás, ya que nunca serán lo
bastante buenos como para venderse en el mercado.
Los
frutos que han madurado plenamente en el árbol irán
automáticamente al almacén del granjero. De
la misma manera, solamente cuando el espíritu de una
persona alcanza la perfección en su vida en el mundo
físico, que en este caso sería como el árbol,
puede automáticamente entrar en el mundo incorpóreo
del Reino de los Cielos. En otras palabras,
una persona entrará en el Reino de Dios en
el Cielo automáticamente sólo cuando
esté calificada para ello y haya disfrutado del Reino
de los Cielos en la Tierra, viviendo una vida completamente
madura con su cuerpo físico.
Mientras
viven aquí en la Tierra, cada uno de sus actos y movimientos,
sin excepción alguna, quedan registrados en el ser
espiritual, tomando como modelo las leyes públicas
del Cielo. De esta manera, entrarán en el Mundo Espiritual
en la forma adquirida por su ser espiritual en la que habrá
quedado grabada con una precisión total vuestra vida
en la Tierra. Sus espíritus mostrarán abiertamente
si vivieron una vida fructífera de bondad o una vida
corrupta de pecado. Eso quiere decir que Dios
no será su juez, sino que ustedes mismos serán
sus propios jueces. Quienquiera que entienda esta terrible
e impresionante regla del Cielo, ¿puede emplear los
años que le quedan en la Tierra comportándose
de un modo egoísta e inmoral, cayendo en todas las
tentaciones de Satán y dedicándose a la mera
búsqueda del placer? Deben abstenerse de dañar
y herir a su cuerpo espiritual, aunque tengan que arriesgar
sus vidas terrenas. Por favor, sean conscientes de lo que
significa esta verdad: los pensamientos, palabras y comportamientos
que tengan en cada momento de sus vidas determinarán
si su destino será el Cielo o el infierno.
Esto
no significa, sin embargo, que el espíritu tenga una
vida independiente o que pueda expresar el amor verdadero
mediante acciones propias. El espíritu crece, madura
y finalmente alcanza la perfección sólo a través
del cuerpo físico, llevando una vida de amor verdadero
en la Tierra mediante la relación armónica entre
la mente y el cuerpo.
Sin
embargo, incuestionablemente, su ser exterior y su ser interior
están en continua lucha y conflicto. ¿Por cuánto
tiempo van a permitir que continúe esa lucha? ¿Diez
años? ¿Cien años? Por otro lado, cuando
observamos el orden innegable que hay en todas las formas
de existencia del universo, debemos concluir que Dios
no creó a los seres humanos en este estado de desorden
y conflicto. Deben comprender que es deber y responsabilidad
de ustedes rechazar todas las tentaciones dirigidas a su ser
exterior, su cuerpo físico, y ser victoriosos en sus
vidas, siguiendo las directrices de su ser interior, la conciencia.
La fortuna celestial estará con quienes lleven una
vida así ya que podrán alcanzar la perfección
de su ser espiritual.
El
Reino de los Cielos y la familia
Damas y caballeros, ¿qué clase de lugar es el
Cielo? En pocas palabras, el Cielo es un mundo rebosante del
amor de Dios. El amor verdadero es su eje.
Está en todas partes, tanto en su expresión
externa, como en el pensamiento interior. La vida de todo
el mundo está llena de amor verdadero de principio
a fin. Las personas que habitan en ese Cielo nacen por el
amor verdadero, viven en el abrazo del amor verdadero, y siguen
el sendero del amor verdadero a lo largo de sus vidas, hasta
el día en que pasan al otro mundo, el Mundo Espiritual.
El
Cielo es un mundo natural en donde todo el mundo vive por
el bien de los demás. En consecuencia, en este mundo
no hay antagonismos ni celos. No es un mundo gobernado ni
por el dinero, ni por la posición ni por el poder.
En el Cielo, el éxito de una persona representa el
éxito de todas, las preferencias de uno representan
las preferencias del conjunto, y la alegría de una
persona representa la alegría del conjunto.
El
Cielo es un mundo lleno del aire del amor verdadero, donde
todos respiran amor verdadero. Sus vidas vibran de amor, en
todo lugar y en todo momento. Los ciudadanos del Cielo están
unidos porque todos son miembros del linaje de Dios.
Allí, el mundo entero y toda su gente están
conectados por una relación inseparable, como lo están
las células de nuestro cuerpo. El amor verdadero, que
constituye la esencia de Dios, es el único
poder gobernante en el Cielo. El propio Dios
existe para el Amor Verdadero.
Damas
y caballeros, a partir de ahora deberían dedicarse
a practicar una vida de amor verdadero. ¿Pueden amar
a Dios más de lo que lo hicieron Adán
y Eva? ¿Pueden amarle más de lo que Jesús
le amó? Cuando pongan en práctica el amor verdadero
hasta en los más mínimos detalles, su mente
y su cuerpo se unirán perfectamente. Deben establecer
relaciones de amor verdadero con todos aquellos que les rodean.
Por decirlo de otro modo, deben perfeccionar una verdadera
familia, formada por tres generaciones: abuelos, padres e
hijos que viven juntos en el amor verdadero. Háganlo
aquí en la Tierra y ya estarán preparados para
entrar en el Cielo.
Una
familia de tres generaciones viviendo en armonía
Cuando se busca el ideal perdido de la familia original, debe
haber alguien en la posición del Adán perfecto,
alguien en la posición de Jesús
y alguien en la posición del Señor de la
Segunda Llegada. Desde este punto de partida podemos
establecer la familia en la que Dios morará.
En esa familia, tres generaciones -abuelos, padres e hijos-
vivirán en armonía. Los padres y los hijos servirán
y atenderán a los abuelos, porque representan a los
antepasados de la familia, a su raíz histórica.
Damas
y caballeros, la familia es el lugar donde se establece el
modelo para que todos vivamos juntos en armonía. Constituye
el modelo de cómo vivir unidos como un solo cuerpo.
En esa familia, tenemos amor y respeto entre padres e hijos,
fidelidad y amor mutuo entre marido y esposa, y respeto y
confianza mutuos entre hermanos. Por eso tienen que establecer
una verdadera familia donde, desde la raíz del amor
verdadero, brota el tallo del amor verdadero y sus frutos
son de amor verdadero.
Esas
familias contienen la raíz viva de la historia y los
fundamentos inamovibles del Reino de los Cielos.
En ellas, se enraíza el Reino de los Cielos
en la Tierra. Son el terreno donde la soberanía
de Dios planta y hunde Sus raíces.
Las raíces del pasado, el presente y el futuro están
representadas, respectivamente, por los abuelos, los padres
y los hijos. La raíz del pasado representa el Mundo
Espiritual, la raíz del presente es el palacio que
representa el mundo actual, y la raíz del futuro convierte
a los hijos e hijas en príncipes y princesas. Al establecer
este tipo de familias, estamos levantando un palacio de paz
que representa la armonía entre los dos mundos, el
físico y el espiritual.
De
este modo, las tres generaciones de abuelos, padres e hijos
deben vivir juntas como una única familia y servir
al Dios eterno. Dios desea
ver familias así, y es su responsabilidad como Mesías
tribales y Embajadores para la Paz buscar
y establecer estas familias de Cheon Il Guk, el Reino
de Dios.
Damas
y caballeros, deben formar familias a las que Dios
añore volver siempre. Debe sentirse cómodo
cuando visite sus hogares, al igual que todo padre cuando
visita a sus hijos e hijas. Eso significa vivir una vida de
servicio a Dios.
En
esa familia, Dios es el Sujeto vertical de
sus conciencias, y, a la vez, la conciencia es el sujeto vertical
de sus cuerpos. De esta manera, la unidad con Dios
también une sus mentes y sus cuerpos. Los miembros
de la familia que hayan establecido este eje vertical pueden
perfeccionar los cuatro dominios del amor y del corazón:
el amor paternal, el amor conyugal, el amor filial y el amor
de hermanos. Esta familia une todas las direcciones: arriba
y abajo, delante y detrás, izquierda y derecha. Giran
espiritualmente uno alrededor del otro en un movimiento esférico
eterno. Este es el modelo eterno de la familia ideal de Dios,
que se extiende a las naciones ideales y a Su reino de paz.
¡Ojalá el mundo entero estuviera repleto de familias
verdaderas! Sería una sociedad equilibrada en la cual
las personas se regirían por el orden y las leyes celestiales,
sin necesidad de abogados, fiscales ni jueces.
¿Quién
debería ser consciente de sus acciones, ya sean buenas
o malas? Sus abuelos, sus padres, su cónyuge y sus
hijos. ¿Hay algo que no pueda ser resuelto en la propia
familia? Cuando padres e hijos, marido y esposa, hermanos
mayores y menores establecen un modelo de vivir por el bien
de los demás, ¿cómo pueden hacer algo
que sea imperdonable? ¿Qué posibilidades tienen
de cometer delitos? Un mundo gobernado por una vida celestial
y leyes celestiales es un mundo natural, un mundo abierto,
un mundo de verdad y razón pura. Es un mundo iluminado
por el sol del mediodía de los valores absolutos, un
mundo sin sombras.
La
bendición de los matrimonios interculturales
Distinguidas damas y caballeros, nuestros lazos con el linaje
de Satanás han causado mucho sufrimiento a lo largo
de la historia. Demos valientemente un paso adelante para
cortar con ese linaje e injertarnos en la raíz del
linaje de los Padres Verdaderos. ¿Por
qué continuar viviendo y muriendo absurda y estúpidamente
como olivos silvestres? Aunque viva mil años, un olivo
silvestre seguirá produciendo semillas de más
olivos silvestres. ¿Dónde podremos encontrar
la vía de escape a este círculo vicioso? A través
de la Sagrada Bendición.
La
Ceremonia de la Sagrada Bendición ofrece la
gracia de injertarnos al olivo verdadero. Fue instituida por
los Padres Verdaderos, que traen el verdadero
linaje de Dios a la humanidad. Una vez que
cambien su linaje al linaje de Dios, su descendencia
será una parte natural de ese linaje. La Sagrada
Bendición se recibe en tres etapas: renacimiento,
resurrección y vida eterna. Cuando reciban la Sagrada
Bendición de los Padres Verdaderos
podrán dar nacimiento a descendientes puros, sin pecado,
y construir una familia ideal.
La
mejor manera de recibir la Sagrada Bendición Matrimonial
es con alguien de otra raza, de otra nacionalidad o de otra
religión. Yo lo llamo “matrimonios interculturales”.
Estos matrimonios contribuyen a lograr la inmensa tarea de
trascender las barreras de razas, culturas, nacionalidades,
etnias y religiones, y a crear una única familia humana.
A los ojos de Dios, no hay diferencias por
el color de la piel. Dios no reconoce las
fronteras nacionales. Dios no tiene nada
que ver con las barreras religiosas ni culturales. Esas barreras
no son más que trucos del diablo, que las ha estado
usando para dominar a la humanidad como un padre falso durante
decenas de miles de años.
Ustedes
tienen la misión de enseñar a los miembros de
sus familias y de sus clanes que los matrimonios interculturales
son el medio ideal y último para establecer un mundo
ideal y pacífico aquí en la Tierra. Todos ellos
deberían alcanzar el rango divino de quienes ya han
sido bendecidos a través de matrimonios interculturales.
Damas
y caballeros, ahora ya está abierto el camino para
que puedan cambiar sus linajes a través de la Ceremonia
del Vino Sagrado instituida por los Padres Verdaderos.
La Bendición es de ustedes y les pertenece, tanto si
son parejas recién casadas o ya casadas anteriormente,
para que puedan con ella establecer familias verdaderas.
En
verdad, estoy hablando hoy al mundo entero, abogando para
que toda la humanidad complete el cambio de linaje participando
en estos matrimonios interculturales. Estos matrimonios también
restauran el orden de la familia original, permitiendo a aquellos
que son ‘Abel’, y, por tanto, están
relativamente más cercanos al Cielo, poder tomar el
papel de liderazgo y la posición de hermano mayor.
El
matrimonio intercultural es, definitivamente, la mejor vía
para restaurar a la humanidad y para que todo el mundo se
convierta en hijo o hija de Dios. Es el más
grande de todos los actos morales, porque sitúa a las
personas en el linaje de Dios y los eleva
hasta un nivel completamente nuevo. Es el rito que rompe con
todos los vínculos de enemistad. Es el rito más
sagrado, que convierte nuestro linaje en el linaje de Dios
y nos recrea a través de los Padres Verdaderos,
el Rey y la Reina de la Paz y las manifestaciones
substanciales de Dios que le permiten llevar
adelante Su providencia en el mundo presente.
El
Movimiento de Paz de los Padres Verdaderos
He dedicado mi vida entera a enseñar el camino de vivir
por el bien de los demás. Esta es la práctica
del amor verdadero. Como principio básico, no sólo
se aplica a los individuos, sino a todos los niveles, desde
la familia a la sociedad y a la nación.
Desde
este punto de vista, me gustaría reiterar mi propuesta
de un proyecto verdaderamente providencial y revolucionario.
Por el beneficio de la paz y del bienestar humano, y también
para edificar la patria original de Dios,
propongo que construyamos un túnel para transitar a
través del Estrecho de Bering, donde Satanás
ha dividido históricamente a Oriente de Occidente,
al Norte del Sur, y donde se separan las masas continentales
de Norteamérica y Rusia. Este túnel, que denomino
“El Puente-Túnel Rey de la Paz Mundial”,
unirá un Sistema Internacional de Autopistas que permitirá
que todo el mundo pueda viajar libremente por tierra desde
el Cabo de Buena Esperanza en África, hasta Santiago
de Chile, y desde Londres a Nueva York, a través del
Estrecho de Bering, conectando al mundo como una sola comunidad.
Dios
nos está advirtiendo de que no va a tolerar por más
tiempo separaciones ni divisiones. Hacer que este proyecto
progrese permitirá que el mundo viva unido como un
solo pueblo. Esto acabará con las barreras humanas
de raza, cultura, religión y nacionalidad, y establecerá
el reino del mundo ideal de paz anhelado por Dios.
Los
Estados Unidos y Rusia deben estar unidos. La Unión
Europea, China, India, Japón, Brasil y todas las naciones,
así como las religiones del mundo, deben aunar sus
fuerzas para abordar este proyecto. El éxito del mismo
contribuirá decisivamente a la creación de un
mundo ideal de paz donde nunca más haya guerras entre
los pueblos.
La
llegada del Reino del Mundo Ideal de Paz
Distinguidos Embajadores para la Paz y líderes
de todos los ámbitos sociales. Están ahora viviendo
en el tiempo más bendecido y elevado de la historia.
¡La Era después de la Llegada del Cielo
ha llegado! Proclamo hoy el inicio de un nuevo Cielo y una
nueva Tierra, que durante tanto tiempo han sido anhelados
por los miles de millones de antepasados de ustedes en el
Mundo Espiritual que vivieron a lo largo de la historia. Esta
es la era del Reino del Mundo Ideal de Paz.
Los fundadores de las cuatro grandes religiones y miles de
millones de buenos antepasados han descendido ya espiritualmente
a la Tierra para guiarlos hacia el camino celestial. La era
en la que el mundo caído y corrupto ha sembrado el
caos en la humanidad, permitiendo que las malas personas vivieran
una vida mejor que los demás, está finalizando.
Nuestro
propósito último es encontrar y establecer una
nación que vele por la Voluntad de Dios
y cuyos ciudadanos sirvan a Dios como su
centro. ¿Cómo será esa nación?
El Reino del Mundo Ideal de Paz se parecerá
en su forma a una verdadera familia, con tres generaciones
viviendo juntas en armonía; confiando, respetando y
apoyándose unos a otros y unidos por el amor. En pocas
palabras, esta es la nación que la humanidad ha deseado
a lo largo de todas las eras, la utopía en la que Dios
es el único soberano.
Necesitamos
un movimiento que realice una sociedad de interdependencia,
prosperidad mutua y valores universalmente compartidos. Necesitamos
hacer de la humanidad una gran y única familia, rompiendo
los muros que existen en nuestros corazones y eliminando incluso
las fronteras entre las naciones. Este movimiento comienza
en la familia. Por eso, todos nosotros debemos tener en mente
que la llamada providencial de formar y establecer una verdadera
familia es para cada uno. Esta es la vía por la que
podemos hacer que avance el establecimiento del Reino
de Paz Cósmica en la Tierra.
En
verdad, todo esto ocurrirá. En Oriente Medio, uno de
los polvorines de la Tierra, judíos, cristianos y musulmanes
han encontrado en mi filosofía de paz los recursos
necesarios para entablar una nueva dimensión de diálogo.
En las pasadas décadas, mi Pensamiento de Unificación
jugó un papel decisivo en la finalización de
la Guerra Fría. Ahora estoy liderando con
éxito esfuerzos detrás de escena para lograr
la unificación de Corea, la tierra donde nací.
Sin
embargo, aún no estoy satisfecho, porque comencé
el trabajo de mi vida con un mandato claro y rotundo del Cielo.
He venido como el Padre Verdadero de la humanidad
designado por Dios, y estoy determinado a
mantener la promesa que le hice. Voy a eliminar todas las
barreras nacionales que han envenenado esta tierra y establecer
el Reino del Mundo Ideal de Paz, donde todo
el mundo viva en unidad con su prójimo.
Nuestra
misión
La Era después de la Llegada del Cielo que
Dios y los Padres Verdaderos
han abierto es un tiempo de cambios drásticos. Tienen
la misión de que esta era florezca y dé frutos
de bendiciones y gloria. Por ello, les ruego que sean emisarios
del Cielo, que completen la doble misión de ‘Fuerzas
de Paz’ y ‘Voluntarios del Reino de Paz’.
Sirvan a la humanidad bajo la bandera de la Federación
para la Paz Universal que está trabajando
para retomar el papel de la Organización de las Naciones
Unidas tipo ‘Abel’. Valiosos ciudadanos del mundo:
si no lo hacen ustedes, ¿quien alimentará y
protegerá a las Familias Bendecidas
y a este bendecido planeta Tierra que Dios
nos ha dado?
Damas
y caballeros, he dicho ya que en la Era después
de la Llegada del Cielo debemos recuperar el verdadero
linaje perdido tras la Caída de Adán, recibiendo
la Bendición Matrimonial de manos de los Padres
Verdaderos. La providencia de la Bendición
debe perfeccionarse en cinco etapas: individual, familiar,
tribal, racial y nacional. Cumplamos pues nuestra misión
divina como familias bendecidas en la Era después de
la Llegada del Cielo, restaurando y estableciendo el ideal
de una familia de tres generaciones a escala mundial. Este
es el mismo propósito por el que Jesús
vino a la Tierra, y el mismo que intentó conseguir
antes de dejar este mundo.
Por
ello, estoy ahora guiando a todos los Mesías tribales
y nacionales para que se unan y acaben con las injustas relaciones
existentes entre la esfera política, que representa
el ‘reino Caín’, y la esfera religiosa,
que representa el ‘reino Abel’. Pensando en esta
Voluntad providencial, he pedido que se construya un segundo
Palacio de Paz para la esfera religiosa, Cheon
Jeon Goong, en Ginebra, Suiza, una ciudad llena de significado
histórico en las relaciones entre entidades políticas
y religiosas.
La
Federación de Pueblos Mongoles, que
representa al 74 por ciento de la población mundial,
debe entender que, en la era providencial en la que nos encontramos,
su misión es cumplir su deber de restaurar el mundo
a través de la Bendición a escala mundial. Todo
esto nos llevará a finalizar el conflicto entre Caín
y Abel, iniciado en la primera familia de la humanidad.
Damas
y caballeros, ha llegado el tiempo providencial en que tenemos
la misión de unir a los dos hijos, Caín y Abel.
Y sólo podrán unirse a través del amor
de su madre. Entonces, una vez recuperadas sus posiciones
originales, deberán ofrecer la familia ideal, restaurada
y original, a los Padres Verdaderos, el Rey
y la Reina de la Paz Cósmica. Por
favor, acéptenlo de corazón y graben esto en
sus mentes: están viviendo en el tiempo en el que Dios
les da una misión -a través de restaurar la
familia ideal verdadera- de ofrecer al Cielo el reino del
amor fraternal y el derecho de propiedad que arrebatara Satanás
con la Caída de nuestros primeros antepasados.
Estamos
adentrándonos en la era de la liberación y de
la completa libertad interior, la era providencial del reino
del corazón del cuarto Adán. Esta es la Era
de la venida del Cielo. Este es el tiempo en que, metafóricamente
hablando, el sol está directamente sobre nosotros,
despejando todas las sombras. Esto quiere decir que la Era
antes de la venida del Cielo -que comprendía las
eras del Antiguo, Nuevo y Completo Testamento- ha sido superada.
Estas eras han necesitado de inconmensurables ofrendas de
expiación y restitución para poder recrear el
ideal. El tiempo presente, en cambio, se corresponde a la
era anterior a la Caída de Adán, la era en que
podemos construir el mundo ideal original. En esta era el
amor verdadero lo abraza todo, lo puede todo y tiene autoridad
sobre todas las cosas. Es el mundo del corazón en que
el Mundo Espiritual y el Mundo Físico viven enlazados
en una sola dimensión unida a los Padres Verdaderos,
el Rey y la Reina de la Paz.
Esta es la era del reino de paz y de unidad en el Cielo y
en la Tierra.
Les
ruego que sean verdaderos príncipes y princesas que
vivan al servicio de Dios como su Padre Verdadero,
porque Él es el Rey de la Paz del
mundo entero. Construyamos juntos el reino eterno de paz sirviendo
a los Padres Verdaderos, que se han convertido
en el Rey y la Reina de la Paz Cósmica.
Construyamos juntos el mundo de libertad y liberación
eterna, donde no hay necesidad ni de un Salvador, ni de un
Mesías ni de un Señor de la Segunda Llegada,
y finalmente completemos juntos el camino ideal de la familia
de hijos e hijas filiales, patriotas, santos e hijos e hijas
divinos de Dios.
Haciéndolo
así, ¡heredemos la victoria de los Padres
Verdaderos, su cumplimiento de la restauración,
a través de indemnización, del dominio de las
tres generaciones, para que podamos perfeccionar el mundo
original que existió antes de la Caída
¡Establezcamos
familias ideales modelos que logren el establecimiento del
reino cósmico ideal de liberación y de completa
libertad, el reino de bondad en el que podamos gozar de un
tiempo de paz y prosperidad absoluto, único, incambiable
y eterno que llegue a crear el hogar de la paz cósmica
que sea alabado por toda la eternidad!
¡Que
las bendiciones de Dios estén con sus familias, con
sus naciones y con el mundo entero por toda la eternidad!
Muchas
gracias.
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