"La
Familia Ideal de Dios es el Modelo para la Paz Mundial"
Acto Inaugural de la Federación para la Paz Universal
Discurso Principal: Reverendo Dr. Sun Myung Moon
(Gira Mundial: Del 12 de septiembre al 23 de diciembre de
2005)
Buenas
tardes:
Me dirijo a ustedes, distinguidas autoridades y líderes
de la sociedad que no vacilan en realizar extraordinarios
esfuerzos para lograr un mundo de paz. Quiero expresarles
mi más profunda gratitud por estar aquí presentes
este día a pesar de sus apretadas agendas.
Damas
y caballeros, al iniciar el siglo XXI, nos encontramos en
un momento decisivo verdaderamente histórico. Estamos
en un punto de transición. ¿Podrá una
paz duradera echar raíces, o estaremos condenados a
repetir la oscura y opresiva historia de guerras y conflictos
del siglo XX?
El
siglo pasado fue un período de incesantes luchas, que
incluyó las guerras de dominación colonial,
la Primera y la Segunda Guerras Mundiales, la Guerra de Corea
y la Guerra Fría. Siendo vivo testimonio de esas épocas,
dediqué completamente mi vida a la realización
del ideal de paz de Dios. Siempre he orado sinceramente para
que la Organización de las Naciones Unidas, fundada
al término de la Segunda Guerra Mundial, fuese una
institución de paz, y para que exaltase la voluntad
de Dios de lograr la paz eterna en el mundo.
La
Organización de las Naciones Unidas ha realizado importantes
contribuciones a la paz. No obstante, en su sexagésimo
aniversario existe un amplio consenso, tanto dentro como fuera
de la organización, acerca de que la ONU no ha descubierto
todavía la manera de realizar sus propósitos
fundacionales. El número de estados miembros se aproxima
a los 200; sin embargo, las oficinas de estos estados hacen
poco más que representar e incluso insistir en sus
propios intereses, y parecen inherentemente incapaces de resolver
los conflictos y lograr la paz.
Por
estas razones, declaro hoy ante toda la humanidad la fundación
de una nueva organización internacional: La
Federación para la Paz Universal. Su misión
es la de renovar la actual Organización de las Naciones
Unidas y proveer un nuevo nivel de liderazgo como una organización
de las Naciones Unidas “tipo-Abel”; es decir,
unas Naciones Unidas cuyos esfuerzos por la paz sean ofrecidos
al Cielo, invirtiéndose incesantemente en el vivir
por el bien de los demás. Para conmemorar en toda su
plenitud este día, voy a declarar un mensaje de Dios
para toda la humanidad en esta era. Se titula: "La
Familia Ideal de Dios es el Modelo para la Paz Mundial".
La
familia ideal de Dios
Distinguidos líderes, ¿cuál piensan ustedes
que fue el propósito original de Dios al crear a los
seres humanos? Dicho de una manera sencilla, lo hizo para
experimentar alegría al relacionarse con familias ideales
colmadas de amor verdadero. ¿Cómo es una familia
ideal? Ante todo, cada persona en la familia es dueña
del amor verdadero. Cuando en el comienzo Dios creó
a los seres humanos, hizo que Adán representara a todos
los varones, y a Eva a todas las mujeres, con la intención
de que se convirtieran en los dueños o poseedores del
amor verdadero. La manera más rápida de que
cultivasen un carácter de amor verdadero era la de
asegurar una relación de padre e hijo con Dios, en
la que vivirían cuidando y atendiendo a Dios como a
su propio Padre. Su manera de vivir debería haber sido
formar una sola familia con Dios.
Los
invito a entrar en un estado místico y preguntarle
a Dios en oración: "¿Cuál es el
centro del universo?" Estoy seguro de que la respuesta
que oirán será: "la relación padre-hijo".
Nada hay más importante o más precioso que la
relación entre padre e hijo. Es así, porque
ésta define la relación fundamental entre el
Dios Creador y los seres humanos.
¿Qué
es lo que define, entonces, la relación padre-hijo?
Tres elementos la definen: amor, vida y linaje. Sin el amor
de nuestros padres como condición previa, ninguno de
nosotros estaríamos hoy aquí. Dios creó
a los seres humanos como fruto de Su amor absoluto, para que
fuéramos Sus compañeros de amor. Esta relación
forma un eje de amor que une a Dios Padre con los seres humanos
como Sus hijos e hijas.
¿Acaso
existe algo más elevado o más valioso que ser
un hijo o una hija de Dios? Si lo hubiese, entonces, con toda
seguridad, el deseo humano aspiraría a alcanzarlo,
pero no hay nada más elevado. ¿Ustedes piensan
que cuando el omnisciente y todopoderoso Dios creó
a Adán y Eva, secretamente reservó la más
alta posición para Sí Mismo y creó a
Adán y Eva sólo como los segundos? No podemos
imaginar que Dios haría esto a Sus hijos, a Sus compañeros
que compartirían con Él un amor absoluto. Como
nuestro eterno Padre Verdadero, Dios se invirtió a
Sí Mismo ciento por ciento en la creación de
los seres humanos y los dotó con el derecho de tener
Su mismo estatus, para co-participar en Su obra, para vivir
con Él, y para ser Sus herederos. Dios les confirió
a los seres humanos todos Sus atributos.
Aunque
Dios es un Ser Absoluto, no puede ser feliz solo. Adjetivos
tales como "bueno" y "feliz" no pueden
aplicarse a ningún ser que viva aislado. Estos se aplican
solamente donde existe una sólida relación recíproca.
Imaginen a una cantante profesional en una isla deshabitada.
Ella podría cantar al máximo de su voz, pero
sin nadie que la escuche, ¿sería feliz? Del
mismo modo, aún el auto-existente Dios necesita imperiosamente
de un compañero recíproco de amor para experimentar
alegría y ser feliz.
¿Cómo
debemos vivir entonces para llegar a ser los compañeros
recíprocos de Dios y devolverle alegría? En
otras palabras, ¿cómo viviremos para llegar
a ser hijos de Dios, gente en quien Dios se deleite en llamar:
"Mi hijo" o "Mi hija"; gente que encarne
una divinidad igual a la Suya? ¿Cómo podremos
llegar a ser compañeros de Dios en la realización
del trabajo de la creación, compañeros que heredemos
la creación entera? Yo respondo: Debemos emular el
punto de partida ideal del proceso creativo de Dios. En el
comienzo de la creación, Dios estableció el
principio de "vivir por el bien de los demás".
Dios estableció como núcleo esencial la práctica
del amor verdadero, y a partir de allí comenzó
a crear.
Por
eso, para llegar a ser hijos de Dios, nuestra primera responsabilidad
es la de asemejarnos a Él. Necesitamos encarnar el
amor verdadero. La manera de encarnar el amor verdadero comienza
viviendo como hijos de piedad filial, luego como patriotas,
como santos, y finalmente como hijos e hijas divinos de Dios.
En esta etapa podremos experimentar las más profundas
emociones del corazón de Dios y resolver la pena que
Dios ha experimentado por decenas de miles de años
desde la caída de Adán y Eva. Dios es todopoderoso.
No fue por defectos o por falta de habilidad que Él
ha estado aprisionado por un gran dolor y ha soportado un
inmenso sufrimiento detrás de las escenas de la historia.
Fue porque existen previsiones en el Principio de la Restauración,
las cuales Él no pudo revelar, que le hicieron esperar
con paciencia hasta que las posiciones de Adán y Eva,
perdidas en la caída humana, fueran recuperadas con
la aparición del perfeccionado "Segundo Adán".
Aunque Dios es todopoderoso, no puede eludir las leyes eternas
y principios que Él mismo estableció.
La
importancia del linaje
¿Saben ustedes qué es lo que ha herido el corazón
de Dios, causándole el más grande dolor durante
la larga historia desde la caída de Adán y Eva?
Dios perdió Su linaje, y con la pérdida de Su
linaje, perdió Su derecho de propiedad. Permítanme
hablarles por un momento sobre el linaje. Éste es más
importante que la vida y que el amor. Vida y amor se fusionan
para crear un linaje. Este no puede ser establecido si falta
alguno de los dos. Por eso, entre las tres cualidades que
definen la relación padre-hijo: amor, vida y linaje,
el linaje es el fruto.
La
semilla del amor verdadero está inserta en el linaje
de Dios, el cual provee el contexto y el ambiente para una
vida verdadera. Así, para que lleguemos a ser la gente
ideal prevista por Dios; es decir, gente con un carácter
ideal, y para crear familias ideales, necesitamos estar ligados
a Su linaje. Es más, únicamente cuando estemos
ligados al linaje de Dios será posible establecer un
mundo de paz. Por favor graben en sus corazones la importancia
del linaje. Nunca me cansaré de enfatizar esto.
Sin
linaje, ni la vida ni el amor pueden perpetuarse. Ustedes
se esfuerzan por establecer una buena tradición, pero
ésta persistirá solamente durante su generación.
El linaje es el puente que permite que el espíritu
de los padres continúe a través de las subsecuentes
generaciones. En otras palabras, el linaje es la primera y
la última condición necesaria para que los padres
cosechen los frutos de su amor, los frutos de su vida y los
frutos de su alegría. Necesitamos tener bien claro
esto.
Sin
embargo, cuando Adán y Eva cayeron, este linaje, más
precioso que la vida misma, fue perdido. Los frutos de la
vida verdadera y el amor verdadero nunca maduraron. Se convirtieron
en los frutos de Satanás, careciendo de cualquier relación
con el Cielo. De ellos descienden los seis mil millones de
personas que hoy pueblan la Tierra. Dios quería que
las semillas que plantó se convirtieran en un copioso
cultivo a ser cosechado en el otoño del Jardín
del Edén. El ideal de la creación de Dios fue
que Él elevaría a Adán y Eva, Sus hijos,
hasta el punto en el que ellos florecieran en amor verdadero,
dieran plenitud a la vida verdadera y fructificaran en un
linaje verdadero. Dios deseaba cosechar a los dueños,
las familias y la nación de la vida eterna, del amor
eterno y del linaje eterno.
Sufrimiento
de Dios en búsqueda de Padres Verdaderos
El amor falso, la vida falsa y el linaje falso infestaron
la tierra. El amor, la vida y el linaje de Dios cayeron en
manos del adúltero Satanás, el enemigo del amor.
El Cielo y la Tierra fueron sofocados y transformados en un
infierno. El mundo se convirtió en un lugar despreciable,
lejos de la presencia de Dios. Sin embargo, hasta el presente,
la humanidad vive ignorante de esto. Engañada, la gente
cree que el mundo depende de una línea de vida que
en realidad es el linaje del enemigo. Esta es la terrible
verdad acerca de la humanidad descendiente de la caída.
Esta es la razón por la que nos referimos a este mundo
como el infierno en la Tierra. Dios observa la trágica
situación de la humanidad con un corazón lleno
de dolor.
Después
de crear a Adán y Eva en el Jardín del Edén,
Dios planeaba casarlos con Su Sagrada Bendición y legarles
el derecho Celestial de la propiedad. Dios quería que
Adán heredase de Él la propiedad del universo
entero. Sin embargo, debido a la caída en el pecado,
todo quedó bajo el control de Satanás. Dios
es como un padre que trabajó con sudor toda su vida
para acumular propiedades para sus hijos, sólo para
que en una noche, un ladrón se robara todo.
¿Quién
puede comprender el triste y dolorido corazón de Dios?
Él perdió Su linaje, perdió a Sus hijos
y fue forzado a transferir la propiedad de las naciones y
del mundo a Satanás. Había una sola manera de
recuperar este linaje y propiedad. Este era el camino para
ganar la subyugación natural de Satanás, hacer
que éste se rindiera voluntariamente. ¿Cuál
es el secreto para cumplir esto? Es a través del poder
del amor verdadero, cuando amamos a nuestros enemigos más
de lo que amamos a nuestros propios hijos.
¿Existió
alguna vez un tiempo en el que Dios, como Padre Verdadero
y Madre Verdadera, pudiese regocijarse con los seres humanos,
gozando de los lazos naturales de padre e hijo? ¿Ha
disfrutado Dios siquiera de un año de comodidad con
Sus hijos, sabiendo que lo que Él creó era bueno?
La respuesta es no. Dios no lo ha disfrutado, ni siquiera
por una hora. Además, ¿ha habido alguien capaz
de consolar a Dios en este dolor? No, porque nadie ha conocido
la razón de esta brecha infranqueable entre Dios y
la humanidad. Nadie ha sabido por qué Dios y la humanidad
se encuentran en semejante circunstancia trágica.
El
relato bíblico de Caín y Abel revela los comienzos
del conflicto humano justamente en la familia de Adán.
Este provee el arquetipo para la interminable historia de
lucha, guerra y conflicto. Estamos en conflicto en muchos
niveles, comenzando con la guerra entre la mente y el cuerpo,
dentro de cada individuo, y extendiéndose a las guerras
entre naciones e incluso el conflicto global entre el materialismo
y el teísmo. El individualismo extremo y egoísta
amenaza nuestra prosperidad incluso hoy en día. Consideramos
a los jóvenes como la esperanza de la humanidad, portadores
de una promesa para el futuro, pero las drogas y el sexo libre
los esclavizan. Los países avanzados parecen creer
que los bienes materiales son todo lo que importa. Ellos sólo
reconocen sus propios intereses, ignorando la miseria de decenas
de miles de personas que mueren de hambre cada día.
¿Quién
podrá desatar este antiguo nudo de Caín y Abel?
Este ha sido apretado por miles de años y se enreda
cada vez más. ¿Ustedes piensan que los Estados
Unidos pueden hacerlo? La ONU, en su fundación, se
proclamó como un movimiento de paz, y por sesenta años
se ha dedicado a esta tarea; sin embargo, el mundo de paz
permanece aún hoy muy distante. La paz entre las naciones
nunca podrá venir mientras aquellos a quienes se les
ha confiado la tarea no resuelvan la conflictiva relación
Caín-Abel entre su propia mente y cuerpo. Por eso,
ha llegado la hora de lanzar las Naciones Unidas “tipo-Abel”,
que establecerá su curso de acuerdo a la voluntad de
Dios.
Dios
anticipó ansiosamente que alguien viniese y resolviese
estas tragedias, pero ninguna persona así apareció
sobre la Tierra. Dios esperó y esperó, buscando
a quien asumiese el rol de Padre Verdadero. Si alguien se
hubiese ofrecido, estoy seguro que Dios se le hubiera aparecido
en sueños, trayéndole el Sol y la Luna, y derramando
de los cielos, relámpagos de gozo y truenos de éxtasis.
En
este sentido, es un milagro de milagros que por primera vez
en la historia, un hombre haya tenido éxito en el establecimiento
de la posición de Adán, asegurando la posición
de señor del amor verdadero, y recibiendo la unción
de Dios como el Padre Verdadero de la humanidad. Es un hecho
sorprendente que su vida coincida con la de ustedes, y que
respiren el mismo aire. Yo obtuve una victoria en la posición
de Padre Verdadero horizontal para rescatar a la humanidad
caída. Sobre este fundamento, el 13 de enero de 2001,
le ofrendé al Cielo la "Ceremonia de Coronación
de la Majestad de Dios". Mediante esta ceremonia emancipé
y liberé a Dios, el Padre Verdadero que ha asumido
la responsabilidad por la Providencia de la Restauración.
En toda la historia, ésta fue la más elevada
y grandiosa de las bendiciones que la humanidad haya recibido
jamás. Esta victoria fue absoluta, única, incambiable
y eterna. ¡A través de esta victoria providencial
absoluta, el cuerpo y la mente de Dios han sido completamente
liberados!
Camino
hacia la paz a través de la Sagrada Bendición
¡Distinguida audiencia! Nuestros lazos con el linaje
de Satanás han causado mucho sufrimiento a lo largo
de la historia. Demos valientemente un paso hacia adelante
y cortémoslos e injertémonos en la raíz
del linaje de los Padres Verdaderos. ¿Para qué
continuar viviendo y muriendo tontamente como olivos silvestres?
Un árbol de olivo silvestre, por más que viva
mil años, continuará produciendo solamente semillas
de más olivos silvestres. ¿Dónde podremos
encontrar la ruta de escape de este círculo vicioso?
La encontraremos en la Sagrada Bendición.
La
Ceremonia de la Sagrada Bendición ofrece la gracia
de ser injertados al verdadero olivo. Esta fue inaugurada
por los Padres Verdaderos, quienes portan el verdadero linaje
de Dios para la humanidad. Una vez que ustedes cambien su
linaje al de Dios, su descendencia pertenecerá naturalmente
al linaje divino. La Sagrada Bendición es recibida
en tres etapas: resurrección, renacimiento y vida eterna.
Una vez que reciben la Sagrada Bendición de los Padres
Verdaderos, ustedes pueden dar nacimiento a descendientes
puros, sin pecado y pueden construir una familia ideal.
La
mejor manera de recibir la Sagrada Bendición es con
alguien de otra etnia, nacionalidad o religión. Yo
llamo a esto en coreano “matrimonio kyochá”
(*). Esto contribuye a la enorme tarea de trascender las barreras
de etnia, cultura, nacionalidad y religión; creando
una sola familia mundial. A los ojos de Dios no hay diferencias
en el color de la piel. Dios no se encuentra detrás
de las barreras de religión y cultura. Estas no son
nada más que trucos del Diablo, que las ha usado para
dominar a la humanidad como padre falso durante decenas de
miles de años.
Imaginen
a dos familias enemigas que se han maldecido mutuamente durante
sus vidas, personas que no podrían vivir juntos ni
en sueños. ¿Qué pasaría si esas
familias se uniesen a través de una Sagrada Bendición
matrimonial “kyochá”? ¿Maldecirían
los padres de tales familias a su hijo o hija que se han convertido
en esposos, que se aman el uno al otro y que han construido
un hogar feliz? Si su hijo amase a la bella hija de un odiado
enemigo, y ésta se convirtiese en su nuera y diese
nacimiento a nietos del Cielo, tan puros y claros como el
cristal, los abuelos sonreirían complacidos. Con el
tiempo, linajes otrora embebidos de enemistad, serían
transformados.
¿Qué
otro método aparte del matrimonio intercultural capacitaría
a blancos y negros, judíos y musulmanes, orientales
y occidentales, y gente de todas las etnias para vivir como
una familia humana? La familia ideal es el modelo para vivir
juntos en paz. La familia ideal es el nido en el que vivimos
y aprendemos a ser todos como uno solo. Allí encontramos
el fundamento del amor y el respeto entre padres e hijos,
compartimos la confianza y el amor entre esposo y esposa,
y el mutuo apoyo entre hermanos. Por esta razón fundamental,
ustedes deben recibir la Sagrada Bendición matrimonial
de los Padres Verdaderos y establecer la tradición
celestial de familias ideales.
Una
vida de amor verdadero
Permítanme reiterar: Para asemejarnos a Dios, el Ser
original del amor verdadero, debemos convertirnos en los dueños
del amor verdadero. Debemos encarnar el amor verdadero y practicarlo
para poder desarrollar nuestro carácter. Este es el
camino para que cada uno de nosotros pueda convertirse en
verdadero padre.
¿Qué
es, entonces, una vida de amor verdadero? Amor verdadero es
el espíritu del servicio público. Éste,
atrae la paz que se encuentra en la raíz de la felicidad.
El amor egoísta es una máscara para el deseo
de hacer que nuestro(a) compañero(a) exista para bien
de uno mismo. El amor verdadero está libre de esa corrupción.
Su esencia, más bien, es dar, vivir por el bien de
los demás y por el bien del conjunto. El amor verdadero
da, olvida que ha dado y continúa dando sin cesar.
El amor verdadero da gozosamente. Esto lo descubrimos en el
alegre y amante corazón de una madre que acuna en sus
brazos a su bebé y lo alimenta de su seno. El amor
verdadero es sacrificado, como aquél del hijo de piedad
filial que obtiene su más grande satisfacción
ayudando a sus padres. Dios creó el universo con semejante
amor: absoluto, único, incambiable y eterno; invirtiendo
todo, sin la expectativa o condición de recibir algo
a cambio.
El
amor verdadero es la fuente del universo. Una vez que alguien
lo posee, el amor verdadero lo convierte en el centro y señor
del universo. El amor verdadero es la raíz de Dios
y símbolo de Su voluntad y poder. Cuando estamos ligados
en amor verdadero podremos estar juntos para siempre, incrementando
sin cesar la alegría de la mutua compañía.
La atracción del amor verdadero pone a nuestros pies
todas las cosas del universo; incluso Dios vendrá a
morar con nosotros. Nada puede compararse al valor del amor
verdadero. Este tiene el poder de disipar las barreras creadas
por los seres humanos, incluyendo las barreras nacionales
y raciales e incluso las barreras de religión.
Los
principales atributos del amor verdadero son que éste
es absoluto, único, incambiable y eterno; así
que, quien practica el amor verdadero de Dios vivirá
con Él, compartirá Su felicidad y gozará
del derecho de participar de Su obra en igualad de condiciones.
Por eso, una vida vivida por el bien de los demás,
una vida de amor verdadero, es el requisito previo y absoluto
para ir al Reino de los Cielos.
Respetados
líderes, vivimos hoy en una era de bendiciones. Las
promesas de Dios están haciéndose realidad.
El Reino de los Cielos sobre la Tierra, el Reino de Paz como
ideal divino de la creación, está estableciéndose
ante nuestros ojos. Mi vida de más de ochenta años,
recorriendo solamente el camino del Cielo, ha estado teñida
de sangre, sudor y lágrimas; y está ahora rindiendo
frutos victoriosos por el bien de las seis mil millones de
personas en la Tierra. Desde la dimensión espiritual,
los fundadores de las religiones del mundo, decenas de miles
de santos y sus propios buenos antepasados, están observando
cada uno de nuestros movimientos. Por eso, quienquiera que
se desvíe del camino celestial deberá responder
por ello.
En
más de 180 países, los Embajadores para
la Paz, que han heredado la voluntad y la tradición
del Cielo, están haciendo un esfuerzo serio, día
y noche, para proclamar los valores del amor verdadero y la
familia verdadera. Ellos están avanzando con todas
sus fuerzas para establecer la paz sobre esta Tierra. En Medio
Oriente, uno de los polvorines de la tierra, judíos,
cristianos y musulmanes han encontrado en mi filosofía
de paz los recursos para entablar una nueva dimensión
de diálogo. En las décadas pasadas, mi “Pensamiento
de Unificación” jugó un rol decisivo en
la finalización de la Guerra Fría. Ahora estoy
conduciendo exitosamente, detrás de escena, esfuerzos
para lograr la unificación de mi patria, Corea.
Sin
embargo, no estoy satisfecho todavía, porque yo comencé
mi vida de trabajo por mandato del Cielo. He venido, con la
unción de Dios, como el Padre Verdadero de la humanidad
y estoy determinado a mantener mi promesa ante Él.
Estoy determinado a eliminar todas las divisiones y barreras
nacionales que han envenenado este planeta y voy a establecer
el mundo de paz, en el que toda la gente pueda vivir tomada
de la mano por doquier.
Respetados
Embajadores para la Paz, creo que están
aprendiendo muchas cosas a través del mensaje de Dios
que les estoy transmitiendo en esta ocasión. La humanidad
continúa sin rumbo, a la deriva, y necesita de su ayuda
más que nunca como personas que representan al Cielo.
Por favor, aprovechen esta oportunidad para determinarse de
nuevo a ser enviados del Cielo, preparados para defender el
mandato de Dios. Con esto en mente, me gustaría resumir
el mensaje que les he entregado en el día de hoy, de
manera que todos podamos asumir la misión que el Cielo
nos ha dado y grabarla profundamente en nuestros corazones.
¿Qué
dije que fue perdido por la caída de Adán y
Eva, quienes fueron creados como los hijos de Dios? En primer
lugar, se perdió la esfera del linaje que Dios nos
dio. El linaje de sangre es lo más especial de todos
los derechos especiales que los padres transmiten a sus hijos.
Por la caída, Adán y Eva recibieron el linaje
falso de Satanás y se degradaron hasta convertirse
en hijos de Satanás. Debemos entender con certeza que
hoy en día, todos los seres humanos, sin excepción,
al margen de quién puedan ser, son descendientes de
la caída, que han heredado el linaje de sangre de Satanás.
Cuando Dios creó a Adán y Eva, Él invirtió
el ciento por ciento de todo Su Ser, y los creó sobre
el estándar del amor, la fe y la obediencia absoluta.
Él les dio Su linaje como la semilla para su amor y
su vida.
Por
lo tanto, a partir de este momento, ustedes se encuentran
en una posición diferente. El camino ha sido abierto
totalmente para que cambien su linaje a través de la
Ceremonia del Vino Sagrado trasmitida por los Padres Verdaderos,
y ser bendecidos de nuevo para que puedan establecer familias
verdaderas.
En
segundo lugar, debido a la caída, se perdió
la esfera de los hermanos, cuando en la familia de Adán,
el hermano mayor Caín mató a su hermano menor
Abel. La estructura y la bendición original de Dios
fue que los hermanos en la familia llevaran una vida de amor
y armonía, pero ésta se degradó convirtiéndose
en una relación de enemistad, envidia y resentimiento.
Esta
es la razón por la que la humanidad necesita completar
la restauración del linaje por medio de los matrimonios
interculturales conducidos mundialmente por el reverendo Moon.
Entonces, Abel, que está comparativamente más
cerca del lado del Cielo, se coloca en la posición
del hermano mayor, como compañero sujeto. Esto establecerá
la estructura de la familia original.
Damas
y caballeros, debido a que he pasado mi vida desenterrando
estos secretos de Satanás, es inevitable enfrentar
una persecución y sufrimiento tan intensos, que es
imposible describirlos con palabras. Ahora; sin embargo, he
sido victorioso sobre todos los obstáculos y he declarado
la “Era posterior a la llegada del Cielo”, en
la que el poder del Cielo se manifiesta. Sobre este fundamento,
estoy construyendo una esfera tipo-Abel a nivel global que
une a religiones y naciones que representan el 70 por ciento
del mundo actual. Para crear una esfera tipo-Caín a
nivel mundial, estoy uniendo a aquellos que poseen la mancha
mongol de nacimiento, que incluyen al 74 por ciento de la
población mundial.
Ahora
estas dos esferas mundiales tipo-Abel y tipo-Caín deben
convertirse en una, y llegar a ser un solo cuerpo con la Federación
para la Paz Universal iniciada en la posición
de la Organización de las Naciones Unidas tipo-Abel.
Para establecer un mundo de paz sobre esta tierra, todas las
barreras nacionales y de cualquier otro tipo, deben ser removidas
en un nivel que trascienda las religiones y las naciones.
Me gustaría recordarles que esta es la manera en la
que toda la humanidad podrá ingresar al mundo del ideal
original de la creación. Es nuestro destino el cumplir
la responsabilidad de establecer el derecho original de propiedad
perdido a causa de la caída de Adán y Eva.
Por
favor, recuerden que ahora es el tiempo en el que la esfera
tipo-Abel, que se encuentra en el lado del Cielo, debe abrazar
a la esfera tipo-Caín en el nivel cósmico. Entonces,
hagamos un nuevo comienzo hacia el establecimiento del “Nuevo
Cielo y la Nueva Tierra”; es decir, el Reino de Dios
en la Tierra y en el Cielo, con la completa autoridad del
Cielo.
Un
proyecto para la paz
Autoridades nacionales, permítanme aprovechar esta
oportunidad, provista por el distinguido foro de este día,
para reiterar mi propuesta de un proyecto verdaderamente providencial
y revolucionario. Por la paz y el bienestar humano, propongo
que construyamos un pasaje para el tránsito a través
del Estrecho de Bering, donde Satanás ha dividido históricamente
el oriente del occidente, el norte y el sur, y donde se separan
las masas de tierra norteamericanas y rusas. Este pasaje,
el cual denomino: "El Puente-Túnel Rey
de la Paz Mundial", unirá el Sistema
de Autopista Internacional que permitirá a la gente
viajar por tierra desde el Cabo de Buena Esperanza en el África,
hasta Santiago de Chile, y desde Londres a Nueva York, a través
del Estrecho de Bering, conectando al mundo como una sola
comunidad.
Dios
está advirtiendo que ya no tolerará la separación
ni la división. Llevar a cabo este proyecto unirá
al mundo como una sola comunidad. Derribará las barreras
de raza, cultura, religión y nacionalidad creadas por
el hombre, y establecerá el mundo de paz que ha sido
el más anhelado deseo de Dios.
Los
Estados Unidos y Rusia llegarán a unirse. El continente
europeo, China, India, Japón, Brasil y todas las naciones,
así como todas las religiones del mundo, podrán
combinar sus energías para tener éxito en este
proyecto, que será decisivo para el establecimiento
de un Reino de Paz en donde la gente nunca más se combatirá
mutuamente.
Damas
y caballeros, algunos podrían dudar que tal proyecto
pueda ser realizado, pero donde hay voluntad, existe un camino,
especialmente si se trata de la voluntad de Dios. La ciencia
y la tecnología del siglo XXI hacen posible la construcción
de un túnel bajo el Estrecho de Bering. Los costos
de construcción tampoco son un problema. Piensen en
cuánto dinero el mundo está gastando en la guerra.
La humanidad necesita darse cuenta que estamos cometiendo
terribles pecados ante la historia y ante nuestros descendientes.
Tomemos un ejemplo. ¿Cuánto dinero ha gastado
Estados Unidos en la Guerra de Irak durante los pasados tres
años? Se está aproximando a los 200 mil millones
de dólares. Ese presupuesto sería más
que suficiente para completar el proyecto del Estrecho de
Bering.
En
esta era, la guerra es el medio más primitivo y destructivo
para resolver un conflicto y nunca nos conducirá a
una paz duradera. Ahora es el tiempo, como enseñó
el profeta Isaías, para transformar nuestras espadas
en arados y nuestras lanzas en hoces. La humanidad debe poner
fin al perverso ciclo de sacrificar las vidas de nuestros
hijos, despilfarrando astronómicas sumas de dinero,
para luchar en guerras por la guerra misma. Ha llegado el
momento para que los países aúnen sus recursos
y avancen hacia el mundo de paz deseado por Dios, el Maestro
de este gran universo.
Damas
y caballeros, la humanidad está ingresando en un callejón
sin salida. La única manera de sobrevivir es practicando
la filosofía de paz del amor verdadero, la vida verdadera
y el linaje verdadero enseñada por mí. Ahora
que hemos ingresado a una Era posterior a la “llegada
del Cielo”, sus buenos antepasados están motivados
y multitudes celestiales están descendiendo a la Tierra.
Pronto los países y los pueblos que parecen ser fuertes
y poderosos modificarán sus rumbos y tornarán
en esta dirección.
Nuestra
misión
Los dejo con una alternativa. No puede haber perfección
en la ignorancia. El mensaje del Cielo que les transmito hoy
día es, al mismo tiempo, una bendición y una
advertencia para esta generación. Yo, el Reverendo
Moon, encabezaré el establecimiento de verdaderas familias,
verdaderas sociedades, verdaderas naciones y un verdadero
mundo.
¿Se
unirán conmigo mientras me elevo y me fortalezco gracias
a la fortuna y destino celestial? ¿O permanecerán
cautivos detrás de las mismas viejas barreras, todas
ellas obra de Satanás: la barrera de su religión,
la barrera de su cultura, la barrera de su nacionalidad y
la barrera de su raza, y gastarán el resto de su tiempo
sobre la Tierra en agonía y lamentación? El
Cielo los está llamando para que sean líderes
sabios que corrijan este mundo de maldad y establezcan un
nuevo Cielo y una nueva Tierra.
Hoy
estamos participando de la inauguración de la Federación
para la Paz Universal. Esta representa la victoria
de Dios, el fruto de la sangre, sudor y lágrimas de
los Padres Verdaderos, y la anhelada esperanza de la humanidad.
Esta llevará a cabo el rol de unas Naciones Unidas
“tipo-Abel” -para construir el Chun Il Guk (**)-
en relación con la actual Organización de las
Naciones Unidas. Analicen el papel de la ONU en mantener la
paz en el pasado. Algunas veces retiró sus fuerzas
incluso antes de que su misión fuera completada. La
guerra de Corea es un buen ejemplo de ello. Bajo la bandera
de la Federación para la Paz Universal,
serviremos como “guardianes de paz”, para salvaguardar
la paz global. Espero que ustedes se pongan una nueva “coraza
de amor verdadero” en esta nueva era y sean sabios y
valientes activistas en esta fuerza de paz, por el bien del
futuro de la humanidad.
Por
favor, inscriban en lo profundo de sus corazones esta advertencia
del Cielo. Recuerden que la única manera de heredar
el linaje del Cielo, y establecer por la eternidad las familias
ideales que Dios ha anhelado ver, es mediante la Sagrada Bendición
matrimonial establecida por los Padres Verdaderos.
Por
último, les pido que dediquen sus mayores esfuerzos
al desarrollo y éxito de la Federación
para la Paz Universal.
Muchas
gracias.
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(*)
“Kyochá” es una palabra coreana
que indica un punto de cruce o intersección. El Padre
Moon la usa con la palabra matrimonio o Bendición para
referirse a las parejas formadas por cónyuges de diferente
nacionalidad, cultura, raza, religión, educación
o estado económico.
(**)
“Chun Il Guk” es un término
coreano que significa Nación cósmica unificada
de paz”.
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